Es un borde, pero es de la Liga de los sin bata, por lo que su cojera y su adicción a las drogas legales, las drogas farmacéuticas, médicas, le convierten en un tipo bastante peculiar. El doctor House, no tiene una idea muy positiva del género humano, ni de la clase médica, y los enfermos los considera en demasiadas ocasiones un estorbo para su guerra contra la enfermedad. Esta serie empieza a tener adictos en legión. Ha acabado con el cuadro bucólico de las batas, los mensajes reconciliadores, y nos muestra la vida de un hospital, o de una sección de un hospital, con una crueldad realista fuera de norma televisiva. Es una magnífica serie, por sus formas y sus contenidos. Y merece una explicación.

Hacía muchos años que no sentía repulsión ante una imagen, que estando en cualquier posición, sentado, tumbado, tendido prono o supino, no me impactaba una imagen, ni siquiera en los noticiarios. Pero la otra noche, ante una intervención en el ojo a uno de los pacientes, no pude soportarlo y giré la cara. No había mucho morbo, era un ojo, o algo muy parecido, y habían dos agujas introduciendo en el globo ocular algún producto químico. Y estaba tan bien hecho que era insoportable.

Eso por un lado. Y supongamos que sea fruto de mi extrema sensibilidad ocular, pero es que obviando esas imágenes en las que nos ilustran de cómo se rompe un hueso, o cómo se transforma una alergia en veneno en la sangre e invade todo el cuerpo, lo importante es que se ve la pugna de la clase médica por un diagnóstico. Cómo llegar al diagnóstico cuando es algo no totalmente documentado. Y aquí aparecen los métodos del doctor House.

Unos métodos que parecen en ocasiones rozando los límites de la deontología. De cómo busca aunque sea arriesgando que alguna parte del cuerpo quede inservible, o cómo se enfrenta ante un deportista de élite que asegura que no ha tomado nunca esteroides, pero todos los síntomas de situación vienen de esa posibilidad, con amenazas de pleitos incluidas. Buenos guiones, realismo duro, un equipo actoral de primera, y un personaje que abrasa con sus diálogos, sus peripecias y su postura ante el ejercicio de la medicina. Aquí queda uno de los últimos enganchados a sus casos. -