GAZA
La mortal explosión se produjo en una abarrotada calle de una zona residencial situada entre la Universidad Islámica y el Ministerio de Finanzas en la ciudad de Gaza. El suministro eléctrico del barrio se vio afectado por el ataque y dos personas resultaron heridas.
Según la Jihad Islámica, la explosión se debió a un ataque de la aviación israelí, por lo que ha jurado venganza por la muerte de Dahdouh, quien ya había sobrevivido en el pasado a nueve atentados israelíes. «Los sionistas van a beber el mismo trago amargo que hasta ahora han hecho beber a todas las familias palestinas», anunció un portavoz, Abu Dajana.
Dahdouh estaba implicado en el desarrollo de una nueva generación de misiles similares a los que sus milicias han lanzado recientemente contra el sur del territorio israelí. Asimismo, planificó y participó en varios atentados contra objetivos israelíes en la franja de Gaza y en Cisjordania, según informó la propia Jihad Islámica.
La resistencia palestina, además de lanzar cohetes Kasam desde Gaza sin causar víctimas, atacó ayer a varios colonos en Cisjordania. Dos fueron los ataques palestinos registrados en dicho territorio, que causaron la muerte a Eldar Avir, de 48 años, y graves heridas en el cuello a un motociclista de 47, cuya identidad no fue facilitada. Se registraron pasado el mediodía en los distritos de Nablús y Kalkilia, y se suman al que el martes llevó a cabo un miliciano en el bloque de colonias de Gush Etzion, al sudoeste de Jerusalén, en el que un colono resultó herido grave por puñaladas de su agresor.
Los brazos armados de la Jihad y de Al Fatah reivindicaron los ataques de ayer. Las Brigadas de Al Aksa asumieron la autoría del ataque cerca de Kalkilia en un comunicado en el que afirman que fue en venganza por la muerte de uno de sus dirigentes en el campo de refugiados de Balata donde, según la ONG Médicos por los Derechos Humanos, miembros de los equipos de auxilio fueron empleados a modo de «escudos humanos».