ISLAMABAD
El presidente estadounidense, George W. Bush, inició en la noche de ayer su primera visita a Pakistán, precedida por numerosas manifestaciones y una huelga general convocada por partidos islamistas.
La visita, de 24 horas, estará centrada en la «guerra contra el terrorismo» y se desarrolla bajo excepcionales medidas de seguridad, después de que el jueves muriera un diplomático estadounidense en un atentado en Karachi.
El avión que traslada a Bush llegó a las 21.00 al aeropuerto militar de la base de Chaklal, cerca de Islamabad procedente de India, y según agencias de prensa aterrizó con las luces apagadas.
Miles de paquistaníes se movilizaron ayer en contra de la visita en numerosas ciudades del país bajo el lema «Bush, vete a casa». Paralelamente, una huelga general convocada por la coalición islamista Mutahida Majlis-e-Amal (MMA) inicialmente contra las caricaturas sobre Mahoma paralizó gran parte del país. La Policía reprimió las protestas en Rawalpindi y Karachi.
Antes de dejar India, tras firmar un acuerdo estratégico de cooperación nuclear, Bush señaló la importancia de la visita a Pakistán, «un amigo importante para EEUU». «Creo que un Pakistán democrático y próspero sería un socio firme de América, un vecino pacífico de India y una fuerza para la libertad y la moderación en en el mundo árabe».
La despedida de Bush de India también estuvo marcada por las protestas y la muerte de tres personas en la ciudad de Lucknow, capital del estado de Uttar Pradesh.
Al parecer, las discusiones entre musulmanes e hindúes derivaron en un intercambio de golpes y, finalmente, en disparos. Otras 18 personas resultaron heridas.