|
|
|
|
|
Varios hospitalizados tras la carga policial contra miles de manifestantes en Gasteiz
La Ertzaintza reprime actos por las víctimas de la dispersión y del 3-M
·El fallecimiento de Roberto Sáiz, en Aranjuez, marca la jornada de protesta por la muerte de Igor Angulo
Cuatro días después de que Igor Angulo apareciera muerto en la cárcel de Cuenca, el preso de Portugalete Roberto Sáiz falleció de un infarto ayer en Aranjuez, semanas más tarde de alertar a los médicos de que sentía dolor en el pecho. Nada más conocerse la noticia, en múltiples localidades vascas se iniciaron manifestaciones contra la política carcelaria que fueron prohibidas expresamente por Interior, que ordenó múltiples cargas. La Ertzaintza arremetió incluso contra miles de personas que homenajeaban en Gasteiz a los obreros muertos el 3 de marzo de 1976, deteniendo al portavoz de la asociación y provocando varios heridos. Hoy se mantiene el acto de Santurtzi y el cuerpo de Sáiz será recibido en Portugalete. ETA acusó al PSOE y quienes le apoyan.
|
MADRID
Roberto Sáiz Olmos, preso portugalujo de 41 años, falleció ayer en el centro penitenciario Madrid VI(Aranjuez) a consecuencia de un infarto. Sáiz, quien se encontraba en prisión preventiva tras ser detenido por la Ertzaintza hace dos años y medio, alertó el mes pasado al médico de la prisión de que sufría dolores en el pecho. Tras practicársele un electrocardiograma, según fuentes de Instituciones Penitenciarias citadas por las agencias Efe y Europa Press, no se advirtió ninguna anomalía.El fallecimiento del prisionero, el segundo de esta semana después de que el lunes hallaran muerto a Igor Angulo en su celda de la cárcel de Cuenca, se produjo cuando participaba en una encartelada en el patio en denuncia de la defunción del preso santurtziarra. Según informó Askatasuna, Sáiz se sintió mal en el transcurso de la protesta, avisó de ello a los demás presos vascos y se dirigió al baño, donde, al parecer, perdió el conocimiento. Poco después, un funcionario comunicó al compañero de celda de Sáiz también prisionero político y que en ese momento participaba en la encartelada de que había fallecido. Fuentes penitenciarias señalaron que el vecino de Portugalete fue inmediatamente trasladado a la enfermería de la pri- sión madrileña, donde el equipo médico (compuesto por tres médicos, cuatro ATS y dos auxiliares) comenzó a efectuarle maniobras de reanimación. Desde la cárcel avisaron también al servicio de urgencias de la Comunidad de Madrid, SUMMA. Una unidad móvil de este servicio se trasladó a Madrid VI e intentó reanimar al preso, también sin éxito. A las 10.50, los efectivos del SUMMA certificaron su muerte.
Electrocardiograma «normal»
Sáiz Olmos había sido trasladado a la consulta de Cardiología del hospital madrileño Gregorio Marañón el 12 de febrero, después de que hubiese comunicado al médico de la prisión que sufría dolores en el pecho. El hospital ordenó la práctica de un electrocardiograma, que se le realizó el día 27 de ese mes en el centro médico de la cárcel de Aranjuez y que arrojó «resultados normales», según las fuentes penitenciarias.Tras conocerse la noticia de la muerte del portugalujo, sus familiares y amigos, así como un médico de confianza y la abogada Arantza Zulueta, se trasladaron hasta Aranjuez. En el tanatorio de esta localidad madrileña se le realizó, a las 17.00, la autopsia, en la que participaron tres forenses y el médico designado por la familia. Askatasuna informó de que los trámites se alargaron «más de lo previsto», por lo que el cuerpo será entregado hoy a los allegados. La llegada de los restos mortales a Portugalete está prevista para las 19.00. El organismo antirrepresivo llamó a la ciudadanía a acudir a esa hora a la capilla del cementerio para rendirle un último adiós. Roberto Sáiz fue arrestado por la Ertzaintza el 7 de setiembre de 2003 en su localidad; junto a él fue detenida su compañera Ana López Barrio, actualmente presa, también en situación preventiva, en Soto del Real. Vecinos de Portugalete explicaron a GARA que el aviso de la muerte de su compañero le fue transmitido a López por la asistenta social. A la prisionera le tuvieron que administrar un tranquilizante, al tiempo que la dirección de la cárcel decidió levantarle el aislamiento en el que se encontraba. Ambos vecinos de Portugalete fueron encarcelados bajo la acusación de formar un «talde de apoyo» al citado «comando Bizkaia» de ETA y de cobijar en su casa a un militante de la organización armada. Sáiz y López denunciaron en su día que su arresto fue muy violento, y la presa relató maltrato sicológico durante la incomunicación. «Ha sido horrible», le dijo a la juez de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios.
«Nos los arrebatan un día y nos los devuelven muertos»
Gari MUJIKA
PORTUGALETE «Nos los arrebatan un día y nos los devuelven muertos». Así denunciaba ayer tarde Carlos Xabier Rey la muerte de quien fue durante 15 años su compañero sindical y laboral en el Hospital de Basurto. Liberado de LAB, Sáiz era «alegre, militante y firme luchador de los derechos de los trabajadores», subrayaba. Gestoras pro-Amnistía y la lucha sindical fueron el campo de militancia de Barullo tal como le conocían en el pueblo desde su adolescencia. Una clara muestra de su carácter, tal como indicaron a GARA sus amigos de Portugalete, se puede encontrar en el vídeo referente a las luchas de los trabajadores del Euskalduna. En él aparece Roberto Saíz en primera línea, «haciendo sus primeras piras en el instituto», un día sí y otro también. Así lo afirma su amiga Izarra Gisasola, quien fue detenida junto a Barullo, la compañera de éste Ana López y el hermano menor de Sáiz por la Ertzaintza en 2003, «porque se confundieron». Preguntada por el seudónimo, explicaba a GARA que se debe «a su condición de luchador acérrimo. Era una persona valiente, sin miedo, comprometido, disciplinado y luchador» «Roberto y Ana, uno» «Conocía más las calles que los gatos». Y es que desde muy joven estuvo comprometido en la lucha. Por su militancia en Gestoras pro-Amnistía fue arrestado por la Policía española al menos tres veces, aunque, según resaltan sus allegados, su interés siempre estaba centrado en la lucha sindical. Tanto que, después de tener distintos oficios, decidió cursar los estudios de Relaciones Laborales para dedicarse a lo que siempre quiso. Barullo, según detallaron sus amigos, era una persona «amiga, leal, seria, voluntaria, y que lograba siempre los objetivos que se marcaba... y forofo hasta las médulas del Athletic». «Roberto y Ana eran uno», recordaba Gisasola. Y es que conoció a Ana López en el instituto cuando «él tenía 17 años y ella 14. Siempre recordaré que me dijo que ella iba a ser su mujer. Y es verdad. Ha sido su única compañera», remarcaba emocionada. «Café y tabaco». Era el tándem básico de Sáiz, incluso en las juergas. Mientras la cuadrilla se divertía, cuentan que él dormía en el coche para luego ejercer de taxista para los amigos. «Y hasta en las parrandas disfrutaba debatiendo de la situación política del país». Añadía un último dato emotivo: La madre de Sáiz se enteró de la trágica noticia paseando por la mañana en Portugalete, al leer las pintadas que dos jóvenes escribían en una pared. «Si hubiera estado aquí, seguiría vivo»
El comité de empresa del Hospital de Basurto, donde trabajaba y era delegado de LAB Roberto Sáiz, remitió ayer un comunicado en el que señala que «en otra situación, por su fuerza y juventud, estamos convencidos de que se podía haber evitado [la muerte de su compañero]». En el escrito, al que también se dio lectura en la concentración que llevaron a cabo a las 17.00 un centenar de personas ante el centro hospitalario, manifiesta su «más enérgica denuncia» por lo sucedido y expresa sus condolencias a los allegados de Sáiz. «Somos trabajadores y trabajadoras de la salud, conocemos cada proceso y las pautas para actuar; por lo tanto, pedimos que, con el consentimiento de la familia, la dirección del Hospital de Basurto y Osakidetza consensúen un equipo médico para que se investiguen las verdaderas causas de la muerte de nuestro compañero». En declaraciones a los medios, incidieron en que «si hubiera estado aquí, entre nosotros, seguiría vivo». -
|
|
|
| |
|
|
|
|
|