Koldo ARANDIA | Co-presidente de la Asociación de Fabricantes de Máquinas-Herramienta
«El sector de la Máquina-Herramienta despegará en 2006, tras la Bienal»
Koldo Arandia se muestra optimista respecto a lograr, tras la edición de la Bienal de Máquina-Herramienta, una vuelta a una actividad positiva para el sector. Marca una serie de retos de cara a un futuro inmediato, como son la innovación y la unión de los fabricantes vascos para hacer frente a la globalización, sobre todo a la competencia de China o de Europa del Este.
La XXIV edición de la Bienal de la Máquina-Herramienta
que se desarrolla en el BEC hasta mañana supondrá el inicio del despegue del
sector, tras cuatro años de atonía. El futuro se ve ya con cierto optimismo,
aunque los nubarrones que se ciernen sobre este sector, compuesto de forma
mayoritaria por empresas vascas, se deben a los efectos directos de la
globalización y la deslocalización de los grandes fabricantes, lo que pone en
peligro de continuidad a la industria auxiliar. Koldo Arandia, co-presidente de
la AFM y respon- sable de la compañía Ibarmia, cree que el antídoto se encuentra
en invertir en innovación, porque «las empresas que lo han o hemos hecho, hemos
salido fortalecidas.Lo contrario es terminar, morir».
¿La Bienal confirmará la entrada en crecimiento del sector?
Esperamos una consolidación y una confirmación del crecimiento de la demanda, que ya estamos notando en estos últimos meses. Desde el segundo semestre de 2005 y el inicio de 2006 parece que, en general, está habiendo una mejoría en la captación de pedidos. Espero que se consolide, porque nos hace falta. Es una situación que no afecta por igual a todas las empresas, porque hay a unas a las que les va bien y a otras peor. Me gustaría que cogiera una senda de consolidación duradera, porque en el período de 2001 y 2005 el sector ha sufrido mucho, menos que en la crisis anterior, pero mucho.
¿Cuáles son los factores que han intervenido en la crisis?
El principal lo achaco a lo que llamo la migración de la demanda. Nuestro sector es fuerte en Europa Occidental. Los destinos clásicos son Alemania, Francia, Italia y Portugal. Europa está viviendo tiempos de cambio y de convulsión, lo que hace que la demanda se contraiga. Sin embargo, el consumo de máquina-herramienta en la zona asiática es muy fuerte.
¿Los fabricantes chinos les están haciendo la competencia?
En los consejos internos de AFM hemos constatado que están viviendo momentos muy álgidos y fuertes, pero, si antes Europa y Estados Unidos, Japón eran los principales destinos de la máquina-herramienta, ahora lo está siendo China y, en menor medida, India. China es un comprador más en la actualidad. Está absorbiendo la capacidad de producción del resto del mundo, pero lo que es evidente, como hemos visto en la última feria de Shangai de hace diez días, es que los chinos están adquiriendo tecnología muy rápidamente. A medio plazo, China se puede convertir en una amenaza o un competidor fuerte en máquinas de nivel tecnológico medio.
¿Las empresas vascas tienen buen nivel tecnológico para restar esa competencia?
Puedo decir que los fabricantes estatales y vascos, que son la mayoría dentro del grupo AFM, me han causado una sensación muy grata en la Bienal. A raíz del plan estratégico del sector, estamos viendo que la innovación es imprescindible. Las empresas han traído productos innovadores, máquinas con mu- cho atractivo desde el punto de vista tecnológico. Esa tiene que ser nuestra senda. En precio, en la línea de tecnología media y baja nos va a resultar muy difícil competir con China y los países de la ampliación de la UE. Tenemos que ir a las soluciones personalizadas, de nivel elevado de tecnología, como marca el plan estratégico y es lo que se está viendo en la feria. El sector ha sabido escuchar las directrices. Eso es bueno.
Usted reclamó a los empresarios que inviertan en máquina-herramienta, ¿no lo hacen?
Notamos dentro del mercado estatal y vasco bastante miedo e incertidumbre a la evolución económica. Pero, a la vez, estamos constatando que las empresas que mejor van son las que más están invirtiendo en máquinas-herramienta. Esto es un camino sin retorno. Una vez que estás metido en la actividad mecánica, en la producción, el no renovarse es morir. No se puede estar trabajando hoy con tecnología de hace quince años. Los clientes deben invertir en máquinas, pero también en la capacitación de las personas para que estén formadas suficientemente con el fin de sacar el mayor rendimiento a esos medios. Hay que trabajar un poco con una visión global y de conjunto.
¿Los trabajadores están preparados para esta nueva fase?
La formación profesional que tenemos en el entorno cercano, tiene el mayor nivel del Estado español. Creo que debe sufrir un pequeña reorientación, más práctica, en lo que puede ser el conjunto del sistema de producción. No es sólo la máquina, sino el CAD-CAM, la programación, los utillajes, las herra- mientas, las estrategias, la logística. La labor y el esfuerzo que se hacen en esa línea son buenos, pero conviene trabajar en la adecuación en materia de formación.
Y, ¿los empresarios?
Los productores de máquina herramienta nos tenemos que adaptar. Si estamos diciendo que cada vez tenemos que vender soluciones más sofisticadas y más productivas, de mayores ventajas para los clientes, necesitamos recursos humanos. Si ya de por sí la máquina herramienta necesita recursos humanos muy cualificados, el grado de cualificación media está obsoleto. Se debe mejorar.
¿Cuántas empresas componen la Asociación de Fabricantes de Máquinas-Herramienta?
Somos 97 asociadas, pero el 76% es de País Vasco, y un porcentaje elevado de Gipuzkoa.
¿Por qué Gipuzkoa?
Es un factor histórico. Expertos del sector, como el difunto Patxi Aldabaldetreku, han escrito libros sobre la historia de la máquina herramienta. Muchas empresas del sector tienen su origen en Elgoibar y en Azkoitia. A partir de la empresa Estarta, por ejemplo, se reprodujeron otras en torno a Elgoibar, lo mismo sucedió en Azkoitia, con Juaristi, que fue una empresa muy importante con trescientos operarios. Fue el germen de muchas otras. Bizkaia se dedicó a la industria pesada, como la naval, el acero y otras, pero la máquina-herramienta tuvo un encaje menor.
Así, Gipuzkoa ha resistido mejor la desindustrialización.
Efectivamente, la reconversión industrial en Bizkaia quizá ha sido más espectacular. Realmente cuando se cierra una acería o un astillero la repercusión social es más grande que cuando ocurre en este sector. Normalmente, las empresas, más grandes de la máquina herramienta siempre han estado alrededor de las trescientas personas. Han sido muy pocas las que han podido desaparecer de la noche a la mañana. Han podido ir mermando, convirtiéndose en estructuras más ligeras, pero cuando una ha tenido problemas, se ha constituido otra. La pérdida de puestos ha sido menor que en otros sectores de actividad productiva.
¿El sector se recuperará tras esta bienal?
La satisfacción de los asistentes la vamos a conseguir, porque el nivel de la feria es muy bueno. ¿Qué solución puede ofrecer la Bienal al sector? En cierto modo, va a depender del ánimo y de la dinámica que se encuentre entre el comprador estatal. Esta feria es internacional, con expositores y visitantes internacionales, pero en las ferias tienen un ámbito más activo en su perímetro próximo. Si se demuestra una mejoría en lo que es la demanda de máquina-herramienta a nivel del Estado sería muy positivo. Los retos del sector son muy importantes y creo que se tienen que dar actuaciones estructurales que le preparen para el futuro.
¿Como cuáles?
Tenemos varias líneas, una de ellas es el tamaño, la dimensión y la estructura de las empresas que, en general, son pequeñas y compuestas por unidades familiares. Debemos unir fuerzas. El tema de la internacionalización es un aspecto cada vez más importante. Cuando estamos hablando de migración de demanda, de abordar mercados más distantes y más lejanos, para estructuras de empresa pequeña es difícil abordar el mercado mundial. El tema del tamaño es importante, la internacionalización y los recursos humanos, también.
¿Están previstas nuevas Implantaciones en el exterior?
A nivel de asociados de AFM hay varias implantaciones en el exterior. No se constata ninguna deslocalización total de fabricación. Con una estrategia de poder abordar los mercados en expansión, hay gente que empieza hacer pequeñas implantaciones en China. Se están probando. Los retos son complejos para la dimensión de empresa que tenemos.
¿La Bienal se consolida como la tercera feria internacional?
Después de Dusseldorf y Milán, Bilbao es la tercera feria a nivel internacional. No veo ninguna amenaza que pueda variar este ranking a corto plazo, a no ser que surja alguna otra muy potente en torno a los países de Europa del Este, porque están haciendo muchas inversiones. En el plazo de diez años quizá pudiera sufrir cierta competencia, pero a corto plazo es una feria consolidada y de prestigio a la que acuden los principales profesionales europeos y mundiales de la distribución de nuestros productos.
De cara a la siguiente edición, ¿por dónde debería de avanzar la Bienal?
En estos momentos, el desarrollo tecnológico va a un ritmo vertiginoso. Desde septiembre de 2005, cuando se celebró la gran feria alemana, que también es un escenario sobre el que hacemos esfuerzo por llevar los mejores equipos, a marzo, las empresas han traído nuevas cosas, nuevos desarrollos, con nivel muy bueno, y de aquí a dos años veremos la incorporación de una mayor automatización. Las máquinas serán todavía más rápidas, más precisas, más ecológicas y más automatizadas.
¿El reto para la vigesimoquinta edición es tecnológico?
Al BEC no le podemos ganar más metros cuadrados. El avance vendrá por ofrecer soluciones y componentes de mayor valor tecnológico. -
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