Ofensiva de las farc en vispera de los comicios
La ofensiva de la guerrilla de las FARC, en vísperas de los comicios legislativos del domingo, vuelve a poner en evidencia el fracaso de lapolítica de guerra abierta instaurada por el presidente Uribe, a dos meses de las presidenciales en las que espera su reelección.
La ofensiva guerrillera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no sólo ha dejado decenas de muertos sino que ha desatado una aguda polémica sobre la eficacia de la política de guerra aplicada por el presidente Alvaro Uribe, su principal bandera durante casi cuatro años de gobierno. Tanto el gobernante, quien aspira a ser relegido en los comicios de mayo próximo, como sus ministros y los jefes de los partidos que lo apoyan, han advertido que si no obtienen un cómodo control del Congreso el país quedaría «al borde del abismo».
Con un vertiginoso descenso de su popularidad a cuestas (bajó 11 puntos en la intención de voto en apenas dos meses), Uribe aparece día y noche en los medios de comunicación invitando a votar por las listas de la decena de partidos que lo apoya, mientras sus opositores reclaman equilibrio en las reglas del juego y acusan al mandatario y a sus seguidores de «vivir en otro país», decididos a ignorar la terrible situación de inseguridad que afecta todos los puntos cardinales de la geografía colombiana.
Piedad Córdoba, candidata al senado por el Partido Liberal, preguntó en un popular programa de radio cómo es que los voceros gubernamentales dan permanentes partes de tranquilidad mientras por sus ojos desfilan, desde hace 15 días, las incesantes noticias de ataques insurgentes. «O están ciegos o creen que los colombianos somos tontos», señaló.
Las acciones de las FARC han incluido el bloqueo de carreteras y ríos en los enormes territorios del suroriente del país, cuyos habitantes padecen los rigores del desabastecimiento, la voladura de más de 20 torres de energía en los departamentos de Antioquia y Tolima, la muerte de políticos locales y la toma de poblaciones.
Sin embargo, el ministro de Interior, Sabas Pretelt, anunció que el Gobierno no tiene prevista la suspensión de los comicios en ninguno de los 1.100 municipios colombianos.
Ladillo kronika
LIBERALES, A LA CABEZA
A pocas horas de los comicios, calificados de «cruciales» por el gobierno pese a que no se espera que voten más de 10 millones de colombianos (de un censo de 26 millones), analistas políticos locales opinan que uno de los principales rasgos de la campaña ha sido la irrupción abierta y masiva de paramilitares y narcotraficantes en el escenario electoral, lo que se verá reflejado en la composición de los nuevos órganos legislativos. Varios partidos y movimientos gubernamentales y opositores tuvieron que hacer «purgas» en sus listas luego de las revelaciones periodísticas que demostraban antiguos vínculos entre numerosos aspirantes y jefes paras o narcos.
Las más recientes encuestas indican que la lista del Partido Liberal será la más votada, seguida muy de cerca por las de tres movimientos uribistas, el Partido Conservador y el Polo Democrático, coalición de izquierda que muestra notorios repuntes en la intención de voto. Se estima que las fuerzas uribistas no lograrán el control total del Congreso, aunque contarán con una variada gama de posibles aliados, en especial de los grupos cristianos que han irrumpido masivamente en la política colombiana.
Sin embargo, más allá de la nueva composición de los órganos legislativos, la atención principal está centrada en la medición de fuerzas que harán uribistas y opositores, considerada como el preámbulo del pulso mayor, las elecciones presidenciales de mayo, donde podría definirse el camino hacia el final de la guerra que ya cumplió hace rato sus 40 años. -
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