MADRID
El presidente de la CEOE, José María Cuevas, criticó ayer de forma directa a los empresarios vascos que apoyan un proceso de resolución. En un desayuno informativo, dijo que es un sector «muy complejo y muy difícil de tratar y analizar».
Cuevas quiso hacer distinción entre dos grupos. Por un lado citó a los empresarios que «se consideran perseguidos y, a pesar de ello, tienen la valentía de continuar con su actividad». A ellos les expresó «el respeto y apoyo de la CEOE y del resto de los empresarios españoles».
En el otro lado situó a los empresarios que «han estado y siguen estando absolutamente convencidos de que el proceso que se está llevando a cabo es el mejor y que la búsqueda de la paz es lo mejor». Cuevas se quejó además de que este grupo piense que «lo mejor que podemos hacer en la CEOE, es decir, ‘los de Madrid’, porque así nos llaman, es callarnos la boca y dejarles a ellos solitos. Y no digo más, concluyó».
En su opinión, «la búsqueda de la paz es un disparate que desmoraliza» a la sociedad y al empresariado.
Tales declaraciones fueron rápidamente contestadas por Confebask. Las calificó de «insolidarias y demostrativas de la nula sensibilidad del presidente de la CEOE hacia las víctimas empresariales que día a día viven en sus carnes la amenaza de la coacción, la violencia y el chantaje». Resaltó que «son unas manifestaciones muy graves, fuera de lugar y más propias de un portavoz político que de alguien que tiene la obligación de representar el sentir de un colectivo».
«Quienes vivimos las situaciones somos nosotros. Por tanto, tenemos toda la legitimidad para pedir lo que nos parezca en cada momento más adecuado, sin que injerencias externas vengan a decirnos lo que tenemos que hacer, sentir u opinar sobre el proceso de paz», incidió. «La paz es para nosotros tan importante que creemos que merece la pena arriesgarse por ella», concluyó.
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió a Cuevas «un poco más de ponde- ración». «Debería dedicarse antes algún tiempo más a la reflexión, porque los más interesados en que ese proceso de paz avance y arranque con fuerza son los empresarios vascos», dijo.