- Paris-Niza
Boonen, pese a trastabillarse en los metros finales
·El flamenco se llevó su segundo triunfo parcial al esprint con gran suficiencia
RASTEAU
Ni un incidente con la cadena en pleno esprint impidió al flamenco Tom Boonen (Quick Step) volver a ser el más rápido y ganar la cuarta etapa de la París-Niza, disputada entre Saint-Etienne y Rasteau, con 193 kilómetros de recorrido. El estadounidense Floyd Landis (Phonak) mantuvo el jersey de líder sin problemas.El campeón mundial obtuvo una nueva victoria incontestable, sin dar opción a sus rivales, que tan sólo pudieron ver cómo hacía valer su poderío para llevarse otra etapa. Y eso que en los últimos metros, ya en pleno esprint, a punto estuvo de irse al suelo al tener un problema con el enganche de su pedal, pero el flamenco se rehizo para ganar de forma diáfana. El día estuvo marcado en sus inicios por el parón sufrido sobre el kilómetro 70 debido a una manifestación de estudiantes. En ese momento iba escapado con 1.10 de ventaja el Renaud Dion (AG2R), quien, tras la interrupción, reanudó la marcha con dicha diferencia, aunque tampoco duró mucho. El resto de equipos buscaban su protagonismo. El francés Eric Leblacher (Francaise des Jeux) y el holandés Bas Giling (T-Mobile) se escaparon y disfrutaron de más de cinco minutos sobre el gran pelotón, en el que, lógicamente, los aspirantes a la victoria comenzaron a mover la carrera a la vista de los cuatro altos de montaña. Las diferencias fueron paulatinamente en disminución por
el trabajo al frente del gran grupo del Lampre de Juanma Garate y el Quick Step,
principalmente, con lo que el dúo de escapados fue engullido. Todos los ataques en los últimos kilómetros, pese a algunas salidas del grupo de varios corredores, fueron vanos y el pelotón ejecutó su dictadura para jugarse la etapa en la llegada, donde Boonen volvió a ser el más fuerte sin discusión.
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