SANTANDER
La Falange de Santander consideró ayer que «la hipotética paz ficticia de la que habla el Gobierno de España debería llamarse paz de las bombas, a juzgar por el incremento de las acciones terroristas desde que corren esos rumores y falsas esperanzas de paz», y denunció que la política del PSOE «es un fraude masivo a los ciudadanos de España». Por ello, La Falange, cuya sede en Santoña fue atacada el miércoles con una bomba atribuida a ETA, se mostró contraria a una eventual negociación con la organización armada vasca «porque la única victoria vendrá desde la unidad de España y sin pactos ni negociaciones».
Actualmente hay doce formaciones ultraderechistas que aparecen inscritas con el término «Falange» en el registro de partidos políticos del Ministerio de Interior español. Todos ellas son legales y tres se presentaron a las elecciones generales de 2004: Falange Española de las JONS, La Falange y Falange Auténtica.
Todos ellas pugnan por presentarse como el heredero legítimo del partido único del régimen franquista. Precisamente,el pasado 4 de marzo celebraron en Valladolid la creación de Falange Española de las JONS. Una orden de Franco agrupó en un sólo partido a la Falange creada por José Antonio Primo de Rivera y las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista) de Onésimo Redondo.
La formación conocida simplemente como La Falange es una escisión del partido original surgida en 1995.
Sede compartida y dividida
La sede de Santoña es un reflejo de la división de los falangistas, ya que Falange Española de las JONS mantiene un contencioso con el Movimiento Falangista de España por su titularidad. El Jefe Nacional de Falange Española de las JONS, Diego Márquez, calificó de «grupúsculo» al Movimiento Falangista de España, que sólo tiene implanta- ción en Santoña. En cualquier caso, Movimiento Falangista de España paga la renta, se ocupa del bar y de la mayoría del local atacado con la bomba, aunque Falange Española de las JONSdispone de una oficina. Sin embargo, las siglas de ambos grupos fascistas conviven en la fachada del edificio.
El presidente «nacional» del Movimiento Falangista de España aprovechó ayer el eco mediático provocado por el ataque para exigir que «los etarras cumplan íntegras las penas que les imponen», al tiempo que criticó a «muchas autoridades que vienen sólo a hacerse la foto».
