Pablo Ugartetxea plasma en sus cuadros un diálogo entre pintura y fotografía
Pablo Ugartetxea (Bilbo, 1967) no para de trabajar. Los collages de su última serie, con la ciudad de Bilbo como tema principal, se han vendido como rosquillas. A punto de cerrarse la exposición que tiene colgada en las paredes del espacio que regenta, El Lienzo Azul, prepara ya una próxima muestra en la Costa Azul francesa.
BILBO
Pablo Ugartetxea comenzó a pintar en Lekeitio, donde veraneaba de niño. Con la caja de ceras y un cuaderno, pasaba las horas en el puerto plasmando los motivos marinos que le inspiraban. Años después se licenció en Bellas Artes por la UPV y casi simultáneamente comenzó a realizar exposiciones. En 1997 abrió el espacio de arte El Lienzo Azul (General Concha, 16, Bilbo), donde, además de organizar exposiciones, imparte clases de pintura.
El collage ha sido el medio de expresión que más ha trabajado. De hecho, su primera exposición, a los 18 años, fue en torno a una serie de collages satíricos. La ironía es algo que no ha perdido, tal y como se puede comprobar en sus cuadros actuales. A Ugartetxea no le gusta definir sus cuadros como técnica mixta, prefiere llamarlo «medio de expresión mixto». «Es un diálogo entre pintura y fotografía. Antes la fotografía intervenía en el proceso preliminar de la creación de mis cuadros; recortaba, componía y jugaba con las fotos para luego realizar el cuadro a partir de ellas. Hasta que me di cuenta de que esto se podía utilizar en el propio cuadro. Lo que había formado parte de la obra como idea, podía materializarse dentro de la misma obra», explica el artista.
Reconoce que una de sus fuentes de inspiración ha sido David Hockney, por el «ritmo, dinamismo y juego compositivo» que caracterizan sus fotografías. También Picasso, al que define como «el inventor del collage, un gran constructor». Del pintor malagueño le in teresa también la forma en la que supo «derribar las barreras entre los diferentes medios de expresión».
Su próxima exposición será en Saint Tropez y se titulará “Mediterráneo fragmentado”. Ugartetxea expone a menudo en el Estado francés, donde tiene una segunda residencia. «Artísticamente, me siento muy identificado con Francia y allí siempre me ha ido muy bien. Ahora me gustaría exponer en París».
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