DONOSTIA
El fútbol guipuzcoano puede encontrarse en el camino que le lleve a resolver uno de los mayores focos de polémica de los últimos tiempos, después de que desde la Diputación se asegurase ayer que el modelo de fútbol base propuesto por la Real puede ser válido para alcanzar un consenso con los clubes del territorio.Así, el Departameto para las Relaciones Sociales e Institucionales del ente foral remitió ayer a la propia Real y a la Federación «un planteamiento inicial» en torno a la organización del fútbol base.
El motivo de la discordia pasa por la idea de la Diputación de evitar la competitividad de los chavales de categorías benjamín y alevín y fomentar la polideportividad en los colegios, en contraposición al criterio de la comisión de clubes, que quieren especializar a los niños en sus equipos.
La propuesta de la Real consiste, entre otros aspectos, en crear escuelas de fútbol que complementen la actividad deportiva de las escuelas y establecer dos itinerarios diferenciados en las categorías de alevines de segundo año, infantiles, cadetes y juveniles: una orientada al alto rendimiento y la otra lúdica y a desarrollar en estructuras escolares.
Solución alternativa
La Diputación opina que el modelo propugnado por la Real «es respetuoso con la normativa actual y la prevista en materia de deporte escolar y con el actual modelo de deporte escolar vigente en Gipuzkoa», además de que «da una solución alternativa razonable y con encaje en la actual normativa a ciertas aspiraciones del fútbol guipuzcoano».El ente foral defiende establecer tres ámbitos de organización del fútbol base guipuzcoano: el de rendimiento, que engloba los itinerarios de iniciación al rendimiento y rendimiento y el de detección y formación de talentos; el fútbol de participación, a partir de categoría infantil; y, por último, la iniciación al fútbol, en el que se incluye la práctica en los centros escolares y en las escuelas de fútbol.
