El dolor de tripas se les antoja insoportable y se revuelcan en sus editoriales. ¿La razón? Que Arnaldo Otegi se manifieste como un ciudadano más por las calles de Donostia. Y tanto les duele que braman como una fiera herida.El editorialista de ‘‘El Mundo’’ barritaba como un elefante al entrar en una cacharrería: «Silencioso pero desafiante, Arnaldo Otegi encabezó ayer la manifestación del entorno proetarra en San Sebastián». Ya quisiera que me explicara el editorialista cómo se puede estar callado y desafiar a nadie. En fin, cosas de Ramírez y su troupe.
Y para rematar la memez, dice el editorialista que «es muy pertinente el emplazamiento del PP y de la Asociación Profesional de la Magistratura al tibio Conde-Pumpido para que se pronuncie sobre lo ocurrido ayer en San Sebastián». Pues que lea los periódicos incluido el ya citado y verá que en Donostia no pasó nada extraño. Una multitud se manifestó en defensa del derecho de manifestación. ¿Dónde está el delito?
También el de ‘‘La Razón’’ rugía de dolor pero reconocía que «el fervor de los abertzales, sin embargo, no llegó a desbordarse con gritos o pancartas susceptibles de incurrir en conducta delictiva».
Y el editorialista de ‘‘La Razón’’ buscaba responsables de sus dolores: «si Batasuna actúa envalentonada y desafiante es porque los dirigentes socialistas vascos han adoptado una deriva hacia el nacionalismo que les ha vuelto ciegos y sordos ante sus actos ilegales. Buena prueba de ello es lo sucedido ayer, pues mientras Otegi desfilaba entre vítores en San Sebastián, José Blanco adoctrinaba a las juventudes socialistas en Baracaldo, pero de su boca no salió la más leve censura a la marcha batasuna. Al contrario, Blanco juzgó más oportuno atacar a Rajoy, Acebes y Zaplana que a Otegi y demás excarcelados». Pues mira que bien.
También el Grupo Vocento, de la mano del editorialista
de ‘‘Abc’’’ mostraba sus llagas: «dos días después de que abandonaran la prisión
tras depositar la correspondiente fianza, Otegi y Petrikorena se manifestaron en
San Sebastián en contra de la prohibición del acto que Batasuna tenía previsto
celebrar ayer. O sea, que los mismos a los que el juez prohibió celebrar el acto
se manifiestaron por no poder manifestarse, lo que supone una burla al Estado de
Derecho». Todavía sufrirán mucho. - msoroa@gara.net