Es encomiable el esfuerzo realizado por Ahotsak para contribuir a impulsar y afianzar social y culturalmente el papel de las mujeres en la consecución de la justicia social y la paz en Euskal Herria.
La Declaración suscrita a título personal por mujeres de diferentes ideologías deja entrever cómo una comunidad de solidaridades, a través de las relaciones personales, el diálogo y el intercambio, se puede transformar en un colectivo político comprometido con la búsqueda de «la paz y la reconciliación», desde unos planteamientos de «contraste», «diálogo», «acercamiento» y «negociación». En eso consiste la política. Lo demás es especulación más o menos inofensiva.
Ahotsak es la organización y expresión del pluralismo y de la multiplicidad de voces. Pluralismo y multiplicidad que no han sido reconocidos ni garantizados suficientemente en «el pasado». Espero que algún día sea realidad el desiderátum formulado por estas mujeres: «respetar y establecer las garantías democráticas necesarias y los procedimientos políticos acordados para que lo que la sociedad vasca decida sea respetado y materializado y, si fuera necesario, tuviera su reflejo en los ordenamientos jurídicos».
Ya nadie duda a estas alturas que no es posible construir una paz duradera sin la participación de las mujeres y la incorporación de la perspectiva de género en los procesos de paz. La Declaración me hace pensar que la paz es una práctica y un proceso democrático, con sus discursos, prácticas e instituciones. No hay paz sin proceso democrático participativo. La justicia social y la igualdad de mujeres y hombres es el escenario y el objeto de la paz, mediante la transformación de las condiciones materiales y simbólicas que impiden la plena participación de las mujeres.
Ahotsak asume la Resolución 2005/42 de la Comisión de Derechos Humanos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que reconoce el papel y la importancia de la participación de las muje- res en el mantenimiento y la promoción de la paz, en todos los niveles de toma de decisiones con respecto a la prevención y resolución de conflictos y los procesos de paz.
Bienvenidas sean las iniciativas que redefinen las formas de estar presentes en la política, de hacer política y de participar en la misma. La paz va inextricablemente unida a la igualdad de derechos y de oportunidades. Y a la justicia social. -