LONDRES
La nueva «ley antiterrorista británica» que tipifica como delitos la «glorificación del terrorismo» y la difusión de publicaciones «terroristas» entró ayer en vigor.
Esta controvertida legislación, presentada por el Gobierno laborista tras los atentados de Londres del pasado 7 de julio (7-J).
Los grupos defensores de las libertades civiles y algunos actores británicos cuestionaron la ley, porque creen que supone una violación de la libertad de expresión y puede llevar a la detención de personas inocentes.
La organización de DDHH Liberty expresó su preocupación por el peligro de que la nueva norma, aprobada el 22 de marzo, sirva para «silenciar a quienes disienten» y «criminalizar» a partidos políticos no violentos, todo lo cual hará de este país «un lugar menos seguro». «Estos nuevos poderes no sólo nos hacen menos libres, sino que disminuirá también nuestra seguridad al obligar a quienes disienten a pasar a la clandestinidad y enajenar a las minorías», denunció la organización Liberty.