Una iniciativa europea estudiará el impacto que sobre la seguridad y la salud de los trabajadores se produce en las empresas donde existe una representación sindical. El proyecto de investigación se denomina EPSARE y se ha puesto en marcha por medio del Departamento de Salud y Seguridad del ETUI-REHS, que depende directamente de la CES. Esta iniciativa se apoya en un programa sueco similar.Nadie duda de que la presencia de representantes sindicales supone, en potencia, una mejora en cuanto a la defensa y aplicación de un sistema de prevención de riesgos laborales. De hecho, se sabe que en las empresas de gran tamaño la organización de la salud en el trabajo mejora en relación a las pequeñas empresas, que no tienen delegados de prevención.
El pretexto que los empresarios y la Administración utilizan ante la elevada inseguridad laboral que se produce en las pequeñas compañías es que «bastante tienen con dirigir su actividad diaria para sacar adelante la empresa». Sin embargo, la legislación en materia preventiva en la Unión Europea sitúa la responsabilidad de la seguridad y la salud en el puesto de trabajo precisamente en el empresario.
A pesar de ello, la organización europea pone de manifiesto que la representación de los trabajadores es «difusa», por lo que es necesario asentarla para que «sea eficaz».
Un millon de sindicalistas
En el conjunto de la UE, existen un millón de representantes de los trabajadores en el ámbito de la salud en el trabajo; la mayoría son sindicalistas, aunque en muchos países no hay delegados en ese área. Sin embargo, no se ha realizado, según la organización europea, «una investigación sobre la eficacia de la intervención sindical. Con algunas excepciones, hay una falta general de conocimiento y de debate sobre los factores y condiciones que permiten a los representantes de los trabajadores ser un factor esencial en una estrategia de prevención».
El proyecto de investigación EPSARE tiene cuatro objetivos básicos para actuar. El primero es la recogida de datos en los distintos estados sobre la eficacia de la intervención de los representantes de los trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo. Una vez realizado el estudio de campo, se elaborarán unas propuestas de metodología para evaluar la intervención sindical, lo que servirá como «una herramienta importante para los sindicatos, los operadores de la prevención y los investigadores».
Con esos resultados se definirán una serie de factores y de condiciones para una intervención efectiva en la sociedad, dentro de las organizaciones sindicales y en el lugar de trabajo. En este sentido, se estima necesario que el ámbito de intervención sea global para que la propia sociedad se conciencie de la sangría que suponen los accidentes de trabajo. En Hego Euskal Herria fallecen al año una media de 125 trabajadores, otros 800 tienen lesiones graves y se producen 70.000 accidentes leves.
El proyecto, por último, persigue establecer una red de sindicalistas y de investigadores en prevención para cooperar en ese ámbito, de cara a lograr mejoras en la intervención de los agentes sociales en el área de la salud. En Bélgica, por ejemplo, la Confederación Sindical Belga ha elaborado una campaña para conseguir que en las pequeñas y medianas empresas haya representantes de los trabajadores.
De hecho, los últimos datos disponibles sobre las pyme indican que en 2003 un 52,3% de los accidentes mortales se produjeron en empresas que cuentan con menos de 50 trabajadores, que sólo suponen un 42,2% del empleo total en Bélgica.
En este caso, la organización belga reconoce que la
seguridad a menudo «se considera más un coste que una inversión. Es imposible
rebatir esa realidad al empresario ya que no hay representantes sindicales que
puedan contestar en ese ámbito, porque no se eligen», indica. -
El Departamento de Salud y Seguridad del ETUI-REHS describe dos ejemplos sobre la actividad de los representantes de los trabajadores en lugares donde se les impide actuar y ejercer un trabajo de prevención.
Una denuncia de CGTen el Estado francés puso sobre la mesa que, entre 2004 y 2005, los delegados de prevención tuvieron problemas para poder actuar en los ámbitos de la prevención y la investigación.
Según CGT, a sus representantes se les impide obtener la información necesaria y se evita que acudan a determinados centros de trabajo en los que hay denuncias de trabajadores sobre la falta de seguridad y salud. Los empresarios no entregan la información para evitar la actuación de los delegados.
Por otro lado, un estudio realizado en los hospitales italianos del Piamonte desveló que la presencia sindical permitió una mejora en las condiciones de trabajo de los empleados. Los trabajadores consideraron que es necesaria la participación directa para mejorar la seguridad.