NUEVA YORK
Mientras en Venezuela el embajador estadunidense intenta entregar asistencia a los pobres y es obligado a huir provocando otra crisis diplomática con Washington, en Nueva York el embajador venezolano es recibido con abrazos y su gobierno es elogiado por su solidaridad con los pobres del país más rico del mundo.
El pasado fin de semana en una iglesia del Bronx organizadores y beneficiarios de un programa de la petrolera CITGO, propiedad de Petróleos de Venezuela, que proporcionó el pasado invierno petróleo para calefacción con descuento de 40% a 181.000 hogares de bajos recursos del noreste de Estados Unidos.
Representantes de los ocho estados y cuatro naciones indígenas que recibieron más de 40 millones de galones de petróleo a bajo costo presentaron sus informes sobre el éxito del programa ante el embajador venezolano, Bernardo Alvarez, y el presidente de CITGO, Félix Rodríguez.
Destacó la presencia de representantes de las tribus micmac, maliseet, penobscot y passamaquoddy, del estado norteño de Maine, además de la de miembros de los sectores más desfavorecidos, mayormente latinos y negros (respectivamente el 48% y el 35% de la población del Bronx, el condado más pobre de Nueva York.
El Departamento de Estado considera imponer límites a los desplazamientos del embajador venezolano en Washington. Tal vez sus viajes a lugares como el Bronx, donde la gente lo abraza, son demasiado peligrosos, aunque no necesita llegar con un dispositivo de seguridad, como al parecer lo requiere su contraparte estadounidense en Caracas.