DONOSTIA
Ander Vilariño concluyó ayer su primera jornada de la Subida de Rechberge (Austria) en un hospital al sufrir un serio accidente en la primera manga de entrenos. El equipo médico que le atendió a su llegada al Hospital de Grazz se zambulló en un exhaustivo examen radiológico para verificar cualquier posible secuela del siniestro. Al final, todo ha quedado reducido a una seria fractura de rótula de la que fue intervenido ayer mismo.
Su estado general es bueno y habrá que esperar hasta que los cirujanos concluyan su trabajo para conocer el alcance real de su lesión.
El siniestro se produjo cuando Ander Vilariño finalizaba su primera manga de entrenamientos, caracterizada por la gran cantidad de agua que bajaba por el asfalto de la carrera austriaca. A unos 300 metros de la llegada, el piloto vasco no se pudo librar de que su F-3000 hiciera acuaplaning, saliéndose del trazado a más de 200 km/h.
Tras dar varios botes sobre el irregular suelo por el que bajaba, se topó con un montículo y su coche y él acabaron volando por los aires. El impacto fue estremecedor, ya que Ander impactó con la cabeza contra el suelo, destrozando el casco. Las medidas de seguridad hicieron su función y han evitado mayores desgracias.