La semana pasada fue muy significativa para la Coordinadora de Plataformas Anti-incineración de Gipuzkoa.El martes se debatía en el Pleno del Ayuntamiento donostiarra una moción de EB a favor de preguntar a la sociedad donostiarra la idoneidad o no de la instalación de varias incineradoras como método de gestión de nuestras basuras. A decir verdad, la actitud de varios de los políticos presentes recordaba un bertso que cantó Lazkao Txiki: «Politikan ez da ezer politikan» (en política no hay nada bonito).
Los políticos son personas elegidas por los ciudadanos para que gestionen los problemas cotidianos desde su punto de vista. Eso no quiere decir que tengan carta blanca para decidir lo que más les convenga, sea o no lo más conveniente. Esto parece olvidársele a alguno de nuestros respetuosos y democráticos ediles, ya que, si no oyen «su verdad», se levantan y abandonan el salón de plenos con una falta de respeto total a su adversario político. Esta actitud es vergonzosa, pero lo es más aún si eso lo realizan los propios compañeros de partido, al intentar defender sus propias ideas. ¿Es que los políticos tienen que actuar siempre como auténticas marionetas y defender por encima de todo lo que les impone la disciplina de voto de su partido?
Volviendo a la gestión de residuos, la situación está completamente bloqueada. Por una parte, están la Diputación y las Mancomunidades queriendo imponernos dos incineradoras como sea. Por la otra, está el alcalde de Donostia y compañeros de partido y EB. Estos mantienen una posición en contra de utilizar la incineración como método de gestión de basuras. Mientras tanto, los movimientos populares organizados en una coordinadora de plataformas han elaborado todo un Plan Director alternativo en el que se explica que es posible solucionar el problema de nuestras basuras sin necesidad de incinerar. Todo lo allí expuesto está funcionando en otros lugares; tan sólo hay que ponerlo en práctica. Con esta voluntad el viernes pasado estuvimos en las Juntas Generales con el objetivo de explicar a los distintos partidos nuestro trabajo. Lo que nos quedó claro fue la falta de voluntad para solucionar el problema de la gestión de la basura. No importa lo que se exponga a sus señorías, tienen la respuesta escrita de antemano y están allí sólo para cumplir con su papel.
Nosotros intentamos explicar nuestro plan, en el cual el método de recogida es la base de toda la gestión de los residuos. Si ésta se realiza de forma selectiva, buscar un tratamiento posterior adecuado no tendrá mayores dificultades. Al contrario, si se continúa realizando una recogida en masa, no habrá tratamiento racional por mucho dinero que se gaste en plantas separadoras. Esto lo saben los representantes políticos, pero continúan utilizando este tema como arma electoral en lugar de resolver el grave problema, y no dudan en utilizar las consecuencias de la nefasta gestión de los residuos que están realizando en la actualidad como propaganda de la necesidad de la instalación de dos incineradoras. Además, están impidiendo la puesta en marcha de cualquier proyecto piloto de gestión integral, al menos si tiene visos de que tenga éxito. En este sentido, conseguimos la aprobación por parte de la Comisión Asesora del Medio Ambiente de la realización de un proyecto de recogida selectiva puerta a puerta en Añorga y Zubieta, pero falta la voluntad política para impulsar dicho proyecto y su dotación presupuestaria. ¿Temen que podamos poner el listón muy alto, pasando a reciclar más del 85% de la basura entre tres y seis meses? Suficiente. La gente no es ingenua y se dará cuenta de las verdaderas razones para imponernos las incineradoras. Esta será la razón por la que no quieren que se realice un referéndum. -