BASORA
El nuevo ministro de Defensa británico, Des Browne, tuvo ayer un complicado debut, veinticuatro horas después de hacerse cargo de la cartera tras el fracaso en las municipales del Partido Laborista de Tony Blair, en caída libre precisamente por la agresión a Irak. Browne tenía que confirmar en su primer día de trabajo en Londres la caída del helicóptero, sin precisar el número de víctimas ni las causas.Fue la Policía iraquí quien confirmó que un proyectil había derribado al helicóptero en pleno centro de Basora, en el densamente poblado barrio de Al Saei. Mientras, fuentes de la «Defensa Civil» de la ciudad encargada de apagar el incendio, precisaron que en su interior vieron cuatro cadáveres.
Los ocupantes pudieron comprobar el odio que les profesan los iraquíes, y los británicos quedaron «horrorizados» frente a las imágenes de televisión, donde podían verse las celebraciones iraquíes ante los restos calcinados del aparato, al que tiraban piedras con sus cuatro ocupantes muertos dentro.
El incidente no acabó ahí. Las tropas británicas cortaron los accesos al lugar donde se encontraba el aparato, pero no pudieron impedir que miles de personas France Presse cifra en 5.000 el número de personas que participaron en los enfrentamientos les recibieron a pedradas. En las imágenes de televisión también pudo verse a varios hombres armados.
Un responsable de la Policía iraquí de Basora, Haidar Abdul Mehdi, dijo que en los enfrentamientos que se prolongaron durante dos horas murieron cinco personas, entre ellas dos niños, y otras 28 resultaron heridas.
Numeroso vehículos militares británicos fueron alcanzados por el lanzamiento de cohetes y, al menos, tres blindados fueron incendiados y un soldado herido, según afirmó sobre el terreno un periodista de la agencia francesa.
Fuentes militares británicas señalaron que al caer la noche activistas iraquíes continuaban acosando con piedras y cócteles molotov a los invasores.
Las autoridades títeres iraquíes impusieron un toque de queda y cientos de policías y soldados iraquíes establecieron puestos de control y patrullaban las calles.
Por otro lado, un estadounidense murió por la explosión de una bomba en Bagdad.
Más ataques
Entretanto, tres oficiales del ejército iraquí también murieron ayer y otro resultó herido por un atentado suicida en Tikrit, 180 kilómetros al norte de Bagdad, según afirmaron fuentes oficiales. Las fuentes explicaron que un kamikaze detonó un cinturón explosivo delante de una base de los paramilitares iraquíes
Asimismo, la Policía iraquí anunció el hallazgo de seis cadáveres con impactos de bala en Bagdad, todos con señales de torturas, y un sexto acribillado en el interior de un coche en el norte de la capital.
Por último, cinco personas, tres policías y dos acompañantes, fueron secuestradas ayer en un falso control en Mahauil, al sur de Bagdad, informaron fuentes policiales. Los policías pertenecen al cuerpo de los magauir, las fuerzas especiales del Ministerio del Interior e iban de paisano.