Iñaki Iribarren Galbete - Nafarroako Askatasunako kidea
Dueño de todos sus derechos
Nos encontramos inmersos en lo que se viene denominando una situación política ilusionante. La mayoría de este pueblo aspira a resolver el conflicto político y armado de una manera democrática. La negación y represión de los derechos de este pueblo y los de su ciudadanía choca frontalmente contra la opinión general. La represión ejercida en busca de la conocida como «solución policial» del conflicto es una fórmula que ha sido superada por miles de ciudadanos y ciudadanas que le han hecho frente teniendo que pagar un alto peaje: Tortura, muerte, exilio, cárcel, persecución, multas, juicios, agresiones, etc... Esto ha dejado en evidencia a lo largo de la historia reciente de este pueblo que la receta represiva no cura la herida, sino que la agudiza. Para solucionar definitivamente el conflicto político y armado hay que dar la palabra a la sociedad vasca para que decida libremente su futuro sin ningún tipo de topes ni injerencias externas por parte de los estados español y francés. Euskal Herria tiene derecho a decidir su futuro en condicio- nes de libertad.
Para ello, es necesario abrir un proceso de diálogo y acuerdos en la sociedad. La sociedad se ha de implicar en dicho proceso para dirigirlo por el buen camino, para que intereses partidistas no se antepongan a los intereses generales. Para que los intereses de los estados no se puedan anteponer a los derechos de este pueblo. Todos y todas tenemos mucho que aportar. Pero la represión no ha parado. En Nafarroa somos testigos de controles con interrogatorios ilegales y amenazas, movilizaciones disueltas, juicios políticos, actos públicos prohibidos... A todos y todas las ciudadanas vascas se nos debe garantizar poder aportar a favor de nuestro pueblo y sus derechos sin tener sobre nuestras cabezas el yugo de la represión. No se puede hablar de proceso democrático si durante el mismo los derechos civiles y políticos, las libertades democráticas, son vulneradas y pisoteadas.
En este escenario, el mantener la dispersión no hace más que evidenciar que una parte de la sociedad vasca sigue en desventaja. Como los propios estados admiten, es un elemento fundamental en su estrategia (represiva) para con este pueblo.
Los y las presas políticas vascas siguen teniendo sobre sus cabezas el yugo de la represión penitenciaria. La actual política penitenciaria sigue buscando la eliminación tanto física como política. La elección que deja es clara: arrepentimiento o muerte. Si eres un preso político vasco, tu derecho a la comunicación, a vivir y estudiar en euskara se recorta o suprime. Si eres una presa política vasca, tu derecho a la salud, a la libertad condicional, a unas condiciones de vida dignas, quedan a merced de intereses políticos. El Colectivo de Presos Políticos Vascos, mediante sus debates, comunicados y aportaciones en diferentes foros, ha mostrado su disposición a aportar y trabajar a favor de Euskal Herria, a pesar de todas las trabas que se le imponen desde la actual política penitenciaria. Estas trabas e imposiciones impiden que esta aportación se realice en unas mínimas condiciones democráticas: Derecho a reunirse y debatir, derecho a organizarse como colectivo, a participar en foros de debate y decisión, a tener relaciones con otros agentes... Al fin y al cabo, se vulneran las condiciones mínimas para que el Colectivo de Presos Políticos Vascos puedan aportar en igualdad de condiciones al proceso político que se debe de abrir para solucionar el conflicto que le llevó a existir.
La aplicación del estatus político, esto es, el respeto a todos los derechos que hoy se le vulneran al Colectivo de Presos Políticos Vascos, es un paso para garantizar que el proceso que se debe de abrir para solucionar democráticamente el conflicto político va en buena dirección. Nadie se puede quedar mirando a la espera de que los estados apliquen esta condición a nuestros presos y presas. La sociedad vasca y sus fuerzas vivas debemos dotar al colectivo de los derechos que los estados le usurpan, demostrar de esta forma que la dispersión no tiene sentido, que las ansias de libertad de este pueblo perforan esos muros; en definitiva, para negar una solución política al conflicto. Debemos llenar de contenido la reivindicación a favor del estatus político, llevarlo a la práctica. Cada cual desde su ámbito debe tratar de garantizar todos los derechos individuales y colectivos de los y las prisioneras.
En este pueblo la movilización, la implicación y el compromiso son los elementos que nos han traído hasta la situación política actual, ilusionante, como mencionábamos, pero sabemos por experiencia que nunca nadie le ha regalado nada a este pueblo, ni siquiera lo que le corresponde. Así pues, estos elementos nos deben seguir acompañando en el camino hacia su libertad y la de su ciudadanía.
Por eso, los agentes sociales que mostramos nuestra adhesión al Manifiesto de Ibaeta estaremos, hoy, en la manifestación de Iruñea, junto con todas las personas que están en contra de la política de dispersión y a favor de que las y los presos políticos sean dueños de todos sus derechos. -
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