Están los artesanos templando los aceros y vaciando las navajas. El abogado sale corriendo y se deja una maleta con unos cuantos miles de euros. El político grita, escupe, pero hay cintas, grabaciones, declaraciones, mientras los numismáticos y belicosos se dedican al correo concertado. Todo son cifras desmesuradas. Como es desmesurada la cobertura que otorga TVE en su primer canal al triunfo futbolístico del Sevilla, convirtiendo a la capital hispalense en un lugar mítico, una concentración masiva que bien parece la cita con un Papa o con unos reyes. Todos vamos sobrados de emociones, distracciones y sabañones. Nos ataca la alergia a la alergia. Nos ataca la lisérgica realidad televisada, radiada y computada. Nos ataca el ruido. Y nos dan con las nueces en la cabeza.

Mientras, “VS” sigue en un estado de insanía guionística, como abandonado a un destino imperfecto, peleando contra todos los defectos y pretendiendo mantenerse en presencia virtual. “Mihiluze” termina temporada, con un vencedor casi legendario, dejando constancia de que se puede y debe jugar con las palabras, que se puede y debe hacer televisión formativa, divertida, interactiva y de gran aceptación. Este tipo de programas ayuda a difundir, a conocer, a amar, a divertirse con el idioma, el euskara en este caso, de manera más eficaz que dieciocho planes de rancio raigambre academicista. Todo es necesario, pero este programa ayuda de manera indirecta, haciendo gozar y logrando la participación de todos en el salón de estar. Volverá en cuanto pase el verano porque es de lo mejor que han programado en la primera vasca.

Las imágenes de los aznaristas haciéndose pasar por perseguidos políticos son un monumento a la infamia. Ellos, los represores, los herederos del franquismo, los franquistas reciclados, los encarceladores, los que han pretendido acabar con cualquier disidencia vasca a base de encarcelar a todo el que se mueva, se presentan ahora como perseguidos ideológicamente. Los supuestos y por todos conocidos movimientos de tierras míticas y especuladoras donde la mayor atracción era la corrupción del señor Zaplana se querrán presentar también como persecución política. Desmesuras. -