GASTEIZ
La asamblea general de Fagor Arrasate aprobó ayer la compra de Gamei S.A., empresa dedicada a la fabricación de prensas de forja, que se encontraba en suspensión de pagos desde setiembre y en riesgo de ser liquidada definitivamente.La operación había contado con el obstáculo de dos accionistas que se negaron a ceder el 7% que poseían a la cooperativa de MCC. Finalmente, los trabajadores llegaron a un acuerdo económico para hacerse con esa parte y, de esta forma, facilitar una salida a la empresa dentro de Fagor Arrasate, ante el peligro de cierre definitivo.
En los últimos meses la cooperativa ha estado negociando detalles de la operación hasta que finalmente, la presentó ayer a la asamblea para su aprobación.
Según el acuerdo, Fagor Arrasateko elaborará un plan industrial para Gamei, en el que prevé mantener 36 de los 55 puestos de trabajo actualmente existentes.
Indemnizaciones
La plantilla ha llegado a un acuerdo sobre las indemnizaciones que recibirá el resto. La cooperativa, no obstante, prevé en su plan industrial legar a 63 empleos en un plazo de cuatro años.
Por su parte, los actuales propietarios de Gamei (los accionistas que poseían el 93% de la empresa y los trabajadores que adquirieron el 7% restante) ceden la propiedad de la empresa a Fagor Arrasate por el importe simbólico de un euro. La cooperativa asume un coste de tres millones de euros al hacerse cargo de la plantilla y de las deudas de Gamei. Tras la explicación del plan industrial por parte de la dirección, el Consejo Rector Plan recordó a los socios, como motivo para respaldar la compra, el compromiso social de MCC con su entorno y el objetivo de la creación de empleo.
Finalmente, agradeció a todos los agentes que an participado en la operación la voluntad mostrada para llevarla a cabo, tanto a la mayoría de los accionistas, que han cedido su participación por un euro, como a los trabajadores y a los sindicatos que han participado en las negociaciones, por el esfuerzo realizado.
La operación estuvo a punto de fracasar ya que Fagor Arrasate la había condicionado a hacerse con el cien por cien de la propiedad, y dos accionistas se negaban a ceder su parte.