BILBO
Tras nueve meses de incertidumbre, Iñigo Landaluze ya puede ponerse un dorsal y competir, después de que el Comité de Disciplina de la Federación Española ha archivado el expediente abierto tras dar unos niveles de testosterona anómalos en la Dauphiné Liberé 2005 que venció. Ahora la resolución confirma que la testosterona era natural y que su cuerpo segrega unos valores elevados.
El corredor todavía no ha recibido la notificación oficial pero él mismo reveló ayer que «extraoficialmente» sabe que la resolución es firme. Ahora espera debutar; ayer el equipo no había tomado «la decisión técnica» de incluir al vizcaino en la Volta, según reveló a GARA Igor González de Galdeano.
La resolución de la Federación Española es definitiva en el caso de Aitor González fue una propuesta de resolución. Ahora, la UCI tiene 30 días para presentar un recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Landaluze pasó tres controles antidopaje en la Dauphiné, y en una de ellos la tasa de testosterona era muy elevada y, al parecer, exógena.
El corredor, que cumplió 29 años el martes, se ha visto obligado a probar su inocencia, y para ello realizó exhaustivos análisis fisiológicos con el fin de demostrar que su cuerpo produce testosterona de forma natural y que es superior a la permitida. De hecho, Landaluze ha dado elevadas tasas de testosterona desde su etapa juvenil.
Asimismo, la RFEC considera que ha habido irregularidades en el proceso del contraanálisis realizado por un laboratorio francés de las tres muestras de orina, dos dieron negativo y una positivo, y fue ésta la que enviaron a la Española.