El Papa castiga al fundador de los Legionarios de Cristo
El sacerdote Marcial Maciel Degollado, fundador de la Legión de Cristo y acusado de abusos sexuales a seminaristas, ha sido reducido a laico por el Vaticano, en una decisión tomada en conformidad con el Papa Benedicto XVI. Esta congregación religiosa es una de las órdenes más conservadoras de la Iglesia católica. En el Estado español recibió importantes ayudas económicas bajo el mandato de Aznar.
CIUDAD DEL VATICANO
El Vaticano ha decidido limitar las actividades sacerdotales de Marcial Maciel, tras concluir una investigación sobre abusos sexuales que habría cometido con seminaristas. La noticia fue publicada por el “National Catholic Reporter”, principal diario católico de EEUU, y confirmada ayer por la Santa Sede. La medida contra el fundador de los Legionarios de Cristo fue tomada por la Congregación para la Doctrina de la Fe a comienzos del pasado mes de abril y establece la «pena máxima» que un sacerdote puede recibir en términos eclesiásticos. Aunque un sacerdote no deja de serlo bajo ninguna circunstancia, pues para la Iglesia católica se trata de un sacramento, la suspensión impuesta en este caso al padre Maciel lo imposibilita para oír confesiones, absolver, oficiar misa, predicar, ocupar cualquier cargo de gobierno dentro de la iglesia o dentro de su orden religiosa, e incluso impartir sacramentos. En la historia de la Iglesia católica no se conoce ningún antecedente de que a otro fundador de una orden el Vaticano le haya impuesto esta pena. Sin embargo, según informaba el diario “La Jornada”, en 1945 Marcial Maciel ya recibió una pena igual por parte del entonces obispo de Cuernavaca, Francisco González Arias, por haber abusado sexualmente del niño Francisco de la Isla, y nunca se supo cómo se le reincorporó a sus funciones sacerdotales. «Es uno de los muchos puntos oscuros en la biografía del sacerdote pederasta», agregaba este rotativo. Por su parte, el “National Catholic Reporter” informaba de que Marcial Maciel fue objeto de denuncias en 1956, cuando fue enviado a Madrid en el marco de una investigación sobre sus actividades. «En esa ocasión no hubo denuncias de abusos sexuales, sino de excesivo control sobre los seminaristas, robo y consumo de drogas», afirmaba. El mismo periódico añadía que el escándalo sexual se planteó en la década de los años 90, cuando nueve ex miembros de los Legionarios de Cristo se quejaron ante la Congregación para la Doctrina de la Fe de que habían sido víctimas de abusos sexuales por parte de Marcel Maciel cuando eran seminaristas o sacerdotes jóvenes. La investigación sobre el caso de Maciel ha sido seguida con atención en los círculos católicos, debido a que los Legionarios de Cristo contaron con el favor del Vaticano durante el papado de Juan Pablo II. Además, el actual jefe de la Iglesia Católica, Joseph Ratzinger, encabezó la Congregación para la Doctrina de la Fe hasta su designación papal el año pasado.
Acusaciones de pederastia
El propio Joseph Ratzinger autorizó en abril de 2001 una investigación de las acusaciones de pederastia contra Marcial Maciel. Una vez finalizada la investigación, el Vaticano ha decidido evitar un proceso canónico contra este sacerdote, teniendo en cuenta que tiene 86 años, e invitarle a «una vida reservada de oración y penitencia, renunciando a cualquier ministerio público».En su declaración, la Santa Sede en ningún momento aclara si las acusaciones contra el religioso mexicano son o no ciertas. Además, y con independencia de «la persona del fundador», el Vaticano ha agradecido «el benemérito apostolado de los Legionarios de Cristo y de la Asociación Regnum Christi». Ya en su época de seminarista, en México, Maciel fue acusado de abusos sexuales a sus compañeros de estudio. Aunque sus seguidores aseguraron que se trataba de «calumnias y difamaciones», las sospechas continuaron en el Estado español, a donde Maciel y 36 legionarios viajaron en 1946 para estudiar en la Universidad Pontificia de Comillas. En concreto, Maciel fue acusado por tres ex sacerdotes de haber abusado sexualmente de ellos en la década de 1950 y por otros religiosos y laicos de haber «molestado a niños y jovencitos» durante su peregrinaje por México, el Estado español, Irlanda y otros países. El controvertido religioso negó siempre haber cometido actos de pederastia y homosexualidad, pero diversas personas y organizaciones privadas reclamaron a la Santa Sede que adoptara medidas contra él, algo que ha llegado tras varios años de investigación. Entre las reacciones habidas a la decisión de la Santa Sede destaca la de Rick Ross, fundador de un instituto que lleva su nombre y guarda los archivos de los Legionarios de Cristo. A su juicio, la decisión del Vaticano no constituyó una sorpresa, pues «para sus críticos Maciel parece ser un depredador sexual». Consultado sobre su opinión personal, Ross manifestó ayer que no cree que Maciel «sea inocente». «El Papa Benedicto XVI ha actuado de manera prudente. Esto servirá para proteger a otros seminaristas que puedan entrar en contacto con Maciel», declaró.
Ligada a sectores derechistas
Los Legionarios de Cristo son una organización sacerdotal pontificia (aprobada por el Papa y la Iglesia) que cuenta con unos 600 sacerdotes y unos 2.500 seminaristas en todo el mundo. Considerada una de las órdenes más conservadoras de la Iglesia católica, fue fundada por Marcial Maciel en Ciudad de México en enero de 1941 y sus estatutos fueron aprobados por el Vaticano en 1983. En el Estado español también se conoce como Misioneros del Sagrado Corazón y de la Virgen de los Dolores, y apareció vinculada a los sectores más derechistas del PP durante el mandato de José María Aznar. En concreto, esta organización ultracatólica recibió entre los años 2000 y 2002 más de cuatro millones de euros por administraciones del PP para «proyectos de cooperación». Otra importante fuente de financiación de esta congregación en el Estado español fue el programa denominado «1 kilo de ayuda», que sirvió para crear una «cartera de valores a corto plazo» administrada de forma indirecta. Para evitar recaudar dinero en su propio nombre, durante esos años los Legionarios de Cristo crearon un entramado de empresas, fundaciones y asociaciones que se encargaban también de gestionar los supuestos proyectos de cooperación destinados a países de Suramérica en vías de desarrollo. Uno de los proyectos que más dinero recibió fue la construcción de un dispensario médico en Cotija, pueblo mexicano de 12.000 habitantes en el que nació Marcial Maciel. La Generalitat Valenciana concedió 240.000 euros para aquel proyecto cuando era presidente Eduardo Zaplana. Angel Acebes y José María Michavila son otros conocidos dirigentes del PP que durante los últimos años han aparecido vinculados en diversos medios a los Legionarios de Cristo, congregación ultracatólica considerada incluso más derechista que el Opus Dei.
Mexicanos críticos consideran que la sentencia es «leve»
MEXICO
Ex integrantes de los Legionarios de Cristo, analistas y religiosos mexicanos criticaron ayer, por considerarlo «demasiado leve y muy discreto», el castigo impuesto por el Papa Benedicto XVI contra el fundador de esa congregación, sospechoso de pederastia.
Uno de los antiguos legionarios, Alejandro Espinosa, miembro del grupo de nueve personas que el 24 de febrero de 1997 denunciaron a Maciel, consideró que el castigo impuesto por Benedicto XVI pretendió «quitarle el baldón de la historia» a Juan Pablo II, su antecesor, quien había defendido a Maciel.
Espinosa, un ex legionario de Cristo durante 13 años y presunta víctima de abusos, explicó que tras aquellos hechos quedó devastado y su voluntad individual «reducida a escombros», lo que le llevó a un proceso de reconstrucción para «superar los miedos».
Para el sacerdote mexicano Alberto Athié, el castigo a Maciel le genera «una profunda decepción», por considerar que el Vaticano «detuvo el proceso» en 1998 y no fue al fondo.
Por su parte, el teólogo español Juan José Tamayo dijo que «nunca es tarde si la dicha es buena», en relación al castigo papal.
Tamayo consideró, no obstante, que la medida «se ha tomado tarde», teniendo en cuenta que son muchos los que han declarado haber sido objeto de abusos por parte de Maciel.
Entiende el teólogo que la invitación a que se dedique a la oración y a la penitencia «refleja el reconocimiento del Vaticano del comportamiento que ha tenido Marcial Maciel».
En esta misma línea, el teólogo español Miret Magdalena declaró que Joseph Ratzinger «está empezando a poner orden en la Iglesia católica», y recordó que, poco antes de ser elegido Papa, dijo que en la Iglesia había «mucha suciedad y que había que limpiar».
Formación de exorcistas para «combatir al maligno»
IRUÑEA La congregación de los Legionarios de Cristo es conocida críticamente como «los millonarios de Cristo» en sectores progresistas cristianos y en algunas sociedades latinoamericanas por su excelente relación con el poder y las grandes fortunas, entre ellas las de Carlos Eslin, los Oriol y la familia Garza. La última apuesta de la Legión de Cristo es la formación de exorcistas para «combatir al maligno», y desde Roma sus seguidores organizan seminarios y cursos para sacerdotes y religiosos en esa línea. Extendida prácticamente por cuatro continentes, esta congregación religiosa de los Legionarios de Cristo recibió el apoyo de Pío XII para su constitución en 1948, con el encargo expreso del pontífice de dedicarse a la formación de líderes. «Tenemos que formar y ganar para Cristo a los líderes de América Latina y del mundo», le había dicho el Papa a Maciel durante una audiencia privada en el Vaticano, dos años antes, y en el transcurso de la cual, según narraría posteriormente el fundador de los Legionarios, Pío XII le pidió que fuesen «un ejército en orden de batalla». El nacimiento del Regnum Christi, el cuerpo de laicos de este «ejército», llegaría un año después ante el convencimiento del fundador de que son los laicos quienes pueden desarrollar una mejor labor de evangelización y de captación en los distintos ambientes de la sociedad y en el mundo laboral. Esta congregación cuenta con importantes universidades en América y Europa, centros educativos, dos obispos, unos 400 sacerdotes, 2.500 seminaristas, y unos cuarenta mil miembros laicos, consagrados y no consagrados, del Regnum Christi. En 1964 fundó su primera universidad, la Anahuac, su «buque insignia», y un año después, con Pablo VI, continuó su expansión educativa por Europa y América. Con seminarios mayores y menores en todo el mundo, la Legión y el Regnum Chisti cuentan también con importantes fundaciones y programas de evangelización y de captación de miembros, en el mundo universitario, económico y social. Entre ellos, IUVE, Voluntarios en Acción, Juventud y Familia misionera, Fundaciones Probeca e Iber, ECyD, los club Gore o Faro, Generación Empresarial, etcétera, así como con una prelatura personal en Cancún-Chetumal (México). Ostenta también la titularidad de importantes centros religiosos y de formación en Roma, y ha apostado por su presencia en influyentes medios de comunicación confesionales de Europa y América.
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