Clara CORIA | Sicóloga, investigadora y profesora universitaria
«La mayoría de las veces, las mujeres acabamos cediendo ante el hombre»
Clara Coria ha venido desde Argentina para ofrecer una charla y un taller relacionado con la perspectiva de género. Esta sicóloga y escritora de libros como «Los cambios en la vida de las mujeres», habló con GARA sobre este asunto.
El Centro de Documentación de Mujeres de Bilbo, con la
colaboración del Area de Mujer y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de
la ciudad, ha organizado un ciclo de seminarios que se están llevando a cabo
desde el 16 de mayo en el centro cívico de La Bolsa de la capital vizcaina. La
iniciativa se define como un espacio de estudio, de investigación, difusión y
debate en torno a las causas y consecuencias de desigualdad de género. La
argentina Clara Coria ha sido una de las ponentes de estas charlas y ha
desvelado a GARA algunas cuestiones sobre lo expuesto en ellas.
«¿Por qué tantas mujeres son capaces de defender brillantemente los intereses ajenos pero no los propios?», es el título de la charla que ofreció usted ayer. ¿Nos puede hacer un resumen de lo expuesto en ella?
Ese título fue la hipótesis exploratoria con la cual empecé a investigar este tema. El caso es que veía a muchas mujeres que eran excelentes negociadoras cuando tenían que defender los intereses ajenos, pero que cuando tenían que defender los propios era como si nunca hubieran sabido hacerlo. Este hecho me llamó mucho la atención, así que comencé a investigarlo y me di cuenta de que muchas mujeres creen que defender los intereses propios es ser egoísta. Todas las personas negociamos permanentemente en nuestras vidas cotidianas, porque en la medida que somos diferentes tenemos que llegar a acuerdos. Por lo tanto, nos apetecen cosas distintas y hay tres maneras de resolver este conflicto, que suele ser: imponer, ceder o negociar. De estas tres posibilidades, la más democrática es la negociación, lo que pasa es que suele tener mala fama, sobre todo entre las mujeres. Por este motivo, la mayoría de las veces las mujeres acabamos cediendo ante el hombre. También existen dos obstáculos de gran relevancia. Uno de ellos es confundir el altruismo con la solidaridad, una equivocación bastante frecuente que cometemos las mujeres. El altruismo tiene que ver con un vínculo donde hay una persona que da y otra que recibe. En cambio, la solidaridad es un vínculo de reciprocidad. Muchas mujeres confunden estos dos términos porque tienen en común algo de generosidad, pero son distintos. Lo que pasa es que el sistema patriarcal nos ha impuesto que dejar de ser altruista es casi como dejar de ser mujeres. El otro obstáculo derivado de esto es la feminización del altruismo, es decir, que se dé por supuesto que una mujer tiene que ser altruista con todo el mundo.
Por lo tanto, ¿en vez de negociar, las mujeres tendemos a ceder?
Exactamente. Sobre todo en la vida cotidiana, en la cual se negocian fundamentalmente el tiempo y el espacio, que son los mayores capitales que todo ser humano tiene en la vida. La sociedad va dando sus pasos, que son sus cambios en las leyes, en la educación... Pero eso tiene que ir de la mano con cambios subjetivos por parte de la mujer, que son los más difíciles para poder lograr la igualdad.
Sinceramente, ¿cree que es posible que algún día lleguemos a lograr la igualdad de género? Yo creo que se pueden lograr grandes cambios
porque la historia lo ha demostrado así, aunque está claro que no se consiguen
por arte de magia. Sobre todo, las mujeres vamos a tener que seguir trabajando
mucho para modificar adentro lo que hemos conseguido que se modificara afuera. -
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