Batasuna pone en la mesa bases y calendario para el preacuerdo
Batasuna ha hecho llegar al resto de formaciones políticas de Euskal Herria una propuesta de calendario y de guión con contenidos a tratar, cuyo objetivo es impulsar un preacuerdo que permita la puesta en marcha de una mesa de partidos. Esta iniciativa fue anunciada ayer por Arnaldo Otegi durante una conferencia en Martin Ugalde Foroa, en la que el portavoz abertzale expuso su visión del momento actual.
ANDOAIN
Arnaldo Otegi fue ayer el invitado en Martin Ugalde Foroa. Durante una hora, el portavoz independentista expuso su punto de vista sobre la actual situación política y respondió a las preguntas de los asistentes.En su charla, el líder de Batasuna explicó que en estos momentos el objetivo de la izquierda abertzale es «firmar un preacuerdo con bases sólidas» que permita constituir una mesa multipartita, y reveló que se ha entregado al resto de formaciones un guión con contenidos a tratar y un calendario. Pese a las preguntas posteriores de los periodistas sobre si han recibido algún tipo de respuesta, no quiso ir más lejos, aunque sí apuntó que, hasta la fecha, la mayor parte de la tarea de «escribir» la ha realizado Batasuna. En el arranque, Otegi echó mano del retrovisor y explicó cuáles son las circunstancias que han llevado a que ahora «parezca que se está abriendo un espacio para recuperar la palabra y la decisión de Euskal Herria». Y es que, según resaltó, las condiciones «no surgen por generación espontánea». El representante abertzale explicó que ya hace un tiempo Batasuna constató que «los marcos actuales están agotados» y que este país se encamina hacia un cambio político. «Todos sabemos que el futuro se construirá en otros parámetros jurídicos y políticos. Tardará más o menos, pero es irreversible», sentenció.
Un método para un acuerdo
Otegi señaló que, dentro de ese análisis, era necesario plantear un método que «en torno a una mesa y de forma acordada, permitiera la finalización del conflicto político y armado». Así nació la propuesta de Anoeta, que definió como «un método simple, integral, fácilmente entendible y democrático, abierto a todos». No obstante, añadió que desde el inicio observaron «tres posibles riesgos» que luego, en mayor o menor medida, se han visto confirmados. El primero radicaba en la tentación del Gobierno español de apostar sólo por «una mesa técnica» con ETA, sin abordar el aspecto político. «Como el Gobierno español sabe que ese planteamiento tiene poco recorrido, intentarían desnaturalizar la mesa con una comisión en el Parlamento de Gasteiz». Ese sería el segundo riesgo, que para Otegi se ha visto desactivado por la propia sociedad vasca. El tercero pasaría por un acuerdo entre Madrid y el PNV para una reforma estatutaria que repetiría lo acontecido hace casi treinta años. «Este riesgo no ha desaparecido», consideró. Pese a todo, el portavoz de Batasuna se reafirmó en su célebre optimismo. Y dio sus argumentos para ello, asegurando que «en este pueblo hay una mayoría que defiende que EuskalHerria es una nación con derecho a decidir. La izquierda abertzale no confía ni en los gobiernos de los estados ni en el resto de agentes políticos; confía en la sociedad, que defiende esos mínimos». «¿Dónde estamos ahora?», se preguntó llegado a este punto. «Hemos avanzado mucho. El método de Anoeta está aceptado por casi todos y no tenemos dudas de que las mesas se constituirán», explicó.
«Abandonando una trinchera»
Otegi destacó que el Gobierno español «está abandonando una trinchera, la de que ‘no sois una nación y no tenéis derecho a decidir’. Esa es una trinchera muy difícil de defender aquí». No obstante, puntualizó que «está intentando pasar a la trinchera de mezclarlo todo. Pero eso no nos da miedo». Reiteró que las raíces del conflicto residen en la territorialidad y el derecho a decidir, y subrayó que «la izquierda abertzale hace una oferta muy simple: todos hemos de aceptar lo que digan los vascos. Nosotros estamos dispuestos a jugar ese partido y a aceptar el resultado. ¿Y los demás?». El portavoz de Batasuna abogó nuevamente por «pasar del tablero de confrontación al tablero de la seducción» y, tras recordar que «somos independentistas y queremos un Estado con siete territorios», preguntó «cómo se puede hacer eso por vías pacíficas y democráticas». En su exposición, rechazó que el discurso de su formación responda a la necesidad de ser legalizada, de presentarse a las elecciones o de lograr subvenciones económicas, tal y como se aventura en muchos medios. «Hemos oído que todo es posible en democracia. Nosotros queremos abrir la puerta a todas las opciones, porque confiamos en convencer a la mayoría de la ciudadanía. Sabemos que al final este pueblo elegirá la independencia. No sabemos en cuánto tiempo, pero lo hará. Pero ahora hay que abrir la puerta a esa opción», concluyó.
«No todos como Acebes»
En cuanto a la actitud de otras formaciones, valoró positivamente el anuncio del PSE y apuntó que «el compromiso no es con la izquierda abertzale, es con el proceso democrático». Respecto al PP, confió en que «si el proceso sigue, habrá en su seno movimientos favorables al mismo. Hay electos municipales que nos dicen: ‘No somos todos como Acebes’. Ya sé que San Gil desmentirá esto».También realizó «una lectura muy crítica» de la actuación del PNV, cuyo objetivo es, según Otegi, sacarse la misma fotografía que Artur Mas en Catalunya. No obstante, apostilló que las dificultades de los jeltzales para llevar adelante esta estrategia radican en que «la sociedad no está pensando en un nuevo estatuto, tiene el partido dividido y aprobó con nuestros votos el plan del lehendakari, cuyo preámbulo habla de pueblo y derecho a decidir». Uno de los asistentes se interesó por el número de mesas. Otegi reiteró en este punto que su formación apuesta por una única mesa sin exclusiones. «Se habla de tres mesas, pero nadie nos lo ha planteado directamente. Se hacen debates a través de los medios», criticó. Parafraseando a Gerry Adams, se le preguntó si «lo más difícil son las negociaciones internas». Fue contundente al asegurar que «no es nuestro caso. La izquierda abertzale no podría hacer esta apuesta si no estuviera muy cohesionada». En este sentido, y ante las especulaciones sobre un cambio de nombre, afirmó que «cualquier paso estructural lo haremos consultando a las bases».
«Estamos esperando a Zapatero»
En el turno de preguntas, se le cuestionó sobre qué espera de José Luis Rodríguez Zapatero cuando éste acuda al Congreso español a dar luz verde al diálogo con ETA. Comenzó, como si fuera un trabalenguas, advirtiendo que «si digo lo que espero que diga, será más difícil que lo diga», lo que arrancó las sonrisas de los presentes. Ya más serio, subrayó que «estamos esperando a un presidente español que diga que respetará lo que decidan los vascos. Que acepte abandonar el tablero de la confrontación. Que reconozca que la unidad de España sólo será posible si convencen de ello a los vascos, y que lo contrario no es ninguna tragedia». -
JpD reclama a los jueces que confíen en el Gobierno
GASTEIZ El magistrado Fernando Salinas, vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y miembro de Jueces para la Democracia (JpD), desató ayer un nuevo cruce de manifestaciones al declarar que los jueces han de otorgar «un margen de confianza» al Gobierno español en su objetivo de «articular los medios para llegar a un fin dialogado a las situaciones de violencia». Estas declaraciones se produjeron en el acto inaugural del XXI Congreso de JpD, que se celebra en Gasteiz bajo el lema «Diálogo, Justicia, Paz». A la cita acudió como invitado el consejero de Justicia de Lakua, Joseba Azkarraga, quien subrayó que «la política tiene la obligación de proporcionar a las jueces instrumentos acordes a los tiempos y a los principios y libertades democráticas» Las palabras de Salinas fueron replicadas por el portavoz del CGPJ, Enrique López, que dijo que los jueces no tienen «ni que dar ni no dar margen de confianza» al Gobierno, porque eso es algo «absolutamente ajeno a la función judicial».
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