Ferrán PEREDA | Director de la revista «Infogai» y presidente del Col-lectiu Gai de Barcelona
«En vez de hablar de homosexuales, es preferible hacerlo de gays y lesbianas»
Gays, lesbianas y transexuales frente a los medios de
comunicación. Es el eje de la conferencia que esta tarde, en Errenteria, a
partir de las 20.00 y organizada por EHGAM, protagonizará el responsable de la
publicación catalana ‘‘Infogai’’, filólogo y activista del Col-lectiu Gai,
Ferrán Pereda, donde expondrá el decálogo que sobre el tratamiento de estas
personas hacen los medios de comunicación y qué propuestas de mejora se sugieren
desde quienes defienden ser tratados como sujetos. En su día fue presentado en
Catalunya y ahora lo hace en Euskal Herria.
Preguntar si un decálogo así era necesario parece una obviedad visto el tratamiento que por lo general los medios de comunicación dan a gays, lesbianas y transexuales.
De lo más obvio. Y eso que hablamos de un decálogo de mínimos y que a futuro habrá que revisar al alza.
¿Cuál ha sido hasta ahora la respuesta de esos medios de comunicación a los que se dirige este decálogo?
A la presentación en Catalunya acudieron muchos periodistas y medios de comunicación. Luego, lo que fue el éxito mediático fue mediano. Algunos medios lo publicaron y emitieron por televisión, pero luego nos dábamos cuenta de que algunos no se habían ni leído el decálogo. Por eso digo que lo importante no era que se publicara una noticia, sino que los profesionales de la comunicación lo vieran de interés para ellos.
Porque los estereotipos habituales con los que se abordan estos temas da la impresión de que no han cambiado mucho.
Poco. Es más, el mundo de la comunicación, que desde fuera da la impresión de que los periodistas sois muy progres, en el fondo no lo es tanto. En la charla de mañana por hoy comentaré que, por ejemplo, hay un grupo de periodistas catalanes que se van a organizar y uno de sus objetivos será difundir este decálogo.
Por cierto, también se invita a los periodistas a que salgan del armario.
Salir del armario les cuesta muchísimo, porque argumentan que esto corresponde a la vida privada, pero pensamos que salir del armario quiere decir que son un referente para otra gente, sobre todo adolescente, y no salir del armario es aceptar el discurso homófobo que les dice que hay que esconderse. Desde aquí alentamos a las personas profesionales de los medios de comunicación que sean gays y lesbianas a vivir abiertamente y libremente su opción sexual.
Vayamos por partes en ese decálogo. Se habla en él de que transexuales y lesbianas son los más invisibles entre los invisibles.
Es que cuando se dan noticias sobre el colectivo en general, solamente se utiliza el término homosexual. Nosotros hacemos hincapié en que cuando haya noticias referidas a lesbianas o a hombres transexuales, se insista en ello, porque siguen estando invisibilizados.
También se demanda que se transmita una imagen más plural y diversa.
Esto tiene que ver con el concepto que se proyecta de que el gay es alguien joven, musculado, depilado, moderno, guapísimo de la muerte... pero gays hay de todo tipo. La opción sexual no tiene que ver con las modas. También están los estereotipos que son muy cercanos al tema del sufrimiento, se nos vincula con enfermedades, con conflictos a nivel social... Un gay es mucho más que un gay. Yo siempre digo que si ser gay significa acostarse con otro tío, yo, al menos, al mes y con suerte, lo soy sólo unas pocas horas. Yo soy gay desde un sentido de vista político, me interesa el tema gay desde el momento en que hay que luchar para que no se discrimine a esta opción.
Ser sujetos y no objetos, se dice en este decálogo.
Lo hemos visto muy claro en el tema del matrimonio. Estamos hartos de ir a programas de televisión y que para hablar de cualquier cosa, de golpe y porrazo te encuentras a un cura, un siquiatra... Nadie les llama para hablar del medio ambiente. Lo que queremos es elaborar nuestros propio discurso y que se hable desde nuestra propia necesidad.
También se hacen propuestas terminológicas. Se apuesta por gays y lesbianas, no por homosexuales.
Es que el término homosexual es un término médico, formado en el siglo XIX, cuando se consideraba que ser gay o lesbiana era una enfermedad. En vez de hablar de homosexuales o de comunidad homosexual es preferible hablar de lesbianas y gays, puesto que el uso de un término que pretenda incluir ambos grupos suele comportar la invisibilización de las lesbianas. Como también decimos que dejemos de usar la palabra gay entre comillas o cursiva.
Ynada de utilizar un lenguaje homofóbico.
Es necesario esforzarse en eliminar, por ejemplo, «dar por el culo» como sinónimo de degradar a alguien; «mariconada», queriendo decir que algo es insustancial, o la utilización como insultos de palabras como «bollera», «marimacho»... -
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