La FIFA tuvo que poner coto a las nacionalizaciones por decreto y puso cuatro condiciones para que los jugadores puedan defender una camiseta de un país diferente al de su nacimiento: haber nacido en el territorio de ese país; que lo haya hecho alguno de sus padres; que lo haya hecho alguno de sus abuelos; o que el jugador haya residido en el país al menos dos años seguidos.

Hace un par de años, la FIFA tuvo que variar una serie de reglas ante la evidencia de que los brasileños Ailton, Dede y Leandro pretendían nacionalizarse y jugar con Qatar a cambio de grandes sumas de dinero. En el otro extremo se encuentra Holanda que a pesar del interés de la Federación no consiguió a tiempo la nacionalización de Salomon Kalou, nacido en Costa de Marfil, 21 años y 35 goles para el Feyenoord esta temporada. Fichado por el Chelsea de Mourinho, no recibió el visto bueno del Ministerio de Integración.

Hasta hace relativamente poco tiempo, bastaba con que un jugador no hubiera jugado nunca con la selección de su país de origen y que tuviera la nacionalidad de otro país para que pudiera jugar en la selección de éste. Existen algunas teorías según las cuales, el fútbol se ha igualado desde que jugadores extranjeros pueden militar en selecciones diferentes a las de su lugar de nacimiento, aunque no es un hecho probado.

Ya no es un hecho aislado el protagonizado en su día por Ladislao Kubala. Húngaro de Budapest, jugó en la selección magiar (6 veces), en la checoslovaca (11) y en la española (20). O el caso de Alfredo di Stefano, quien nacido en Barracas (Buenos Aires), disputó encuentros con la selección argentina (6), con la de Colombia (4) y con la España (31).

En el actual equipo de Aragonés hay dos jugadores no nacidos en el Estado español: Marcos Senna, brasileño, y Mariano Pernía, argentino. Con Alemania juegan, entre otros, Miroslav Klose y Lukas Podolski, polacos, Gerald Asamoah (Ghana) u Oliver Neuville (Suiza); los croatas cuentan con los hermanos Robert y Nico Kovac, nacidos en Alemania; con el meta Joe Didulica y Josip Simunic (Australia) o el delantero Ivan Klasnic (Alemania).

El meta egipcio Rami Shaaban juega con Suecia. El portero de Trinidad y Tobago, Shaka Hislop, es londinense de nacimiento; como también el defensa trinitense Ian Cox. En Costa de Marfil juega Guy Demel, nacido en París; y otro centrocampista, Emerse Fae, nacido en la capital bretona, Nantes. Los mexicanos cuentan con un brasileño, Zinha, y con el argentino del Villarreal, Guille Franco.

El barcelonista Deco, nacido en Sao Bernardo (Brasil), es una de las estrellas de Portugal; el argentino Mauro Camoranesi juega para Italia; y el brasileño Alex Santos defiende los colores de Japón. Los franceses cuentan, entre otros, con Jean-Alain Boumsong (Douala-Camerún), Claude Makelele (Kishasa-Congo) y Patrick Vieira (Dakar-Senegal); en Suiza juegan Johan Djourou, nacido en Abiyán (Costa de Marfil) y Blerim Dzemaili (Macedonia), mientras que el brasileño Francileudo dos Santos es el máximo goleador de Túnez. -

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