Una protesta retrasa la probable dimisión de Alkatiri
DILI
Alrededor de 3.000 manifestantes partidarios de Xanana Gusmao, presidente de Timor Oriental, impidieron ayer celebrar la reunión del partido gobernante Fretilin, en la que pretendían decidir una salida a la crisis que vive el país. Hay dos posibles dimisiones sobre la mesa; la del primer ministro Mari Alkatiri, que tiene el apoyo del partido pero no el del presidente, y la de Gusmao, que ha amenazado con dejar el cargo si Alkatiri no se va. Sin embargo, el Frente Revolucionario para la Liberación de Timor (Fretilin) tuvo que posponer el encuentro hasta hoy, después de que los manifestantes obstaculizaran el acceso a sus miembros. Delegados de la reunión manifestaron su descontento con los más de 2.200 soldados y policías internacionales desplegados en el país y acusaron a las tropas australianas, que patrullan el centro de Dili, de no hacer lo suficiente para controlar la situación.
«Evitar un baño de sangre» Se espera que cuando el partido pueda reunirse se decida obligar a Alkatiri a presentar la dimisión y satisfacer los deseos de Gusmao. Alkatiri, que hasta ahora se había negado a ello, dijo ayer que estaría dispuesto a cambiar de opinión para «evitar un baño de sangre».
Gusmao justifica su petición de dimisión a Alkatiri en un reportaje de la televisión australiana en la que se implica al primer ministro en una trama para eliminar a sus oponentes políticos. Además, la política económica de Alkatiri no es del gusto de Gusmao y de sus seguidores, que ayer llamaron al primer ministro «comunista». Gusmao, en cambio, es considerado por los timorenses un héroe que luchó contra la Indonesia ocupante, y, además, goza del visto bueno de Naciones Unidas y de la Iglesia Católica.
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