Izaskun MOYUA | Directora del Instituto de la Mujer Emakunde
«En las familias hay mucho ‘jeta’ que en vacaciones no se encarga de nada»
Cumplirá este verano su primer año al frente de Emakunde y reconoce que llega a las vacaciones estivales más cansada que otras veces. Viajará, por trabajo y por ocio, pero no se olvidará de las fiestas de los dos pueblos que acompañan su biografía: Oñati y Mues. Allí, responde, no es de las que se queda sentada mientras los demás bailan.
Natural de la localidad de Oñati (1958), es licenciada
en Sicología por la Universidad Autónoma de Madrid y en Ciencias de la
Información por la UPV-EHU.
¿Cómo califica este primer año al frente del cargo?
Como una travesía por océanos bravos de aguas turbulentas, en el timón de un barco lleno de gente estupenda, en el que hemos llegado a puertos donde finalmente las tormentas cesan. Ha sido un año de mucho trabajo, muy importante para el futuro de las políticas de igualdad, pues se están poniendo las bases para el desarrollo de nuevas medidas que tendrán un gran calado en el avance de la igualdad.
¿Y cómo se presentan las vacaciones de este verano?
Como siempre, intentando descansar de tanto trabajo y preocupación, y acabando probablemente más cansada que antes. También en este tiempo del verano me toca viajar por motivos de trabajo, y, probablemente, éste sea también un marco ideal para conocer personas y traerme nuevos tesoros.
Por cierto, ¿cuáles son las que recuerda con más cariño?
Será cuestión de la edad, pero recuerdo de manera especial los veranos con mi abuela, en nuestro pueblecito navarro, con mucha gente, muchos familiares y mucho revuelo alrededor.
¿Un paraíso en el cual se perdería?
Cualquier lugar puede convertirse en un paraíso si yo estoy contenta y bien acompañada. Si encima hay sol y playa, ni te cuento.
¿El tema de los alardes será un mal final de verano o algún año tendrá que cambiar?
Sin duda que tienen que cambiar. Y entonces, serán veranos más risueños y llenos de oportunidades.
En fiestas, ¿el hombre tranquilo se transforma en adjetivos que mejor no pronunciar?
En fiestas, algunos hombres no se ajustan a los valores de respeto y tolerancia. Confío en que otros hombres en esas fechas saquen lo mejor de sí mismos y no permitan que a su alrededor estos hechos ocurran.
¿Habrá este año campaña para decir no a los abusos durante las fiestas?
Hay una campaña que nunca termina, que dice no a la violencia contra las mujeres, que está calando en los corazones de las personas, y que esperamos que en todos los pueblos marque y dirija los comportamientos de la gente para que todos y todas disfrutemos de las fiestas.
¿Hay todavía mucha «sorkunde» que de vacaciones trabaja todavía más que en casa? Sí, y hay muchos jetas que en vacaciones no se
encargan de nada y delegan todas las responsabilidades en las mujeres de la
casa.
¿Qué le dice usted a esa ama de casa?
Que tiene derecho a cuidarse, que puede negociar con las personas con las que vive tiempos libres para ella, y que puede conseguir espacios de libertad. Pero no sólo le hablaría a ella. Les hablaría fundamentalmente a aquellos que le quieren y que desean su bienestar. Les diría que es un buen momento para demostrarle ese amor.
¿Su canción del verano?
No podría destacar ninguna. Reconozco que ni siquiera conozco las canciones de este verano. Lo que sí es cierto es que existen algunas canciones que yo relaciono con el verano, que nada tienen que ver con los éxitos del mercado, y que son las que cantamos en mi entorno en los momentos de disfrute en los que nos juntamos en verano. Son canciones que nos unen en el recuerdo.
¿Algún amor de verano en su biografía?
Espero que todos los veranos me den la posibilidad de amar.¿Qué fiestas no se pierde y qué actos le
gustan más? Me gustan sobre todo los actos en los que las personas participan y muestran su creatividad y su imaginación, porque son escenarios en los que se mide bien el pulso y la vitalidad de una sociedad. Yo no me pierdo las fiestas de Oñate y de Mues. Son los dos pueblos que me han acompañado como escenario en mi vida. Y nunca se me escapan tampoco algunos días de las fiestas de Gasteiz, donde ya hace 25 años que eché mis raíces.
¿Es usted de mirar desde la terraza o de soltarse a bailar?
De soltarme a bailar.
Si le invitan a los toros, ¿acude o se lo piensa?
A veces me lo pienso, y no voy. Otras, sí. Las personas estamos llenas de contradicciones.
En fiestas, ¿kalimotxo, combinado o vaso de agua?
Para cada momento, una modalidad diferente. Lo que no faltará es un buen vino.
¿Ha caído alguna vez en eso que llaman «operación bikini»?
He aprendido a quererme en verano y en invierno. Mi cuerpo, como mi mente, va evolucionando y a mí me corresponde estar a gusto con ellos. Los cánones de belleza al uso, desde luego, no me quitan el sueño.
¿Los michelines son bellos o, a diferencia de las bicicletas, no son para el verano?
Lo más importante es la salud de las personas. A partir de ahí también para gustos se hicieron los colores. -
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