MANIFESTACION DEL FORO DE IBAETA
Reivindicando bajo la lluvia
La lluvia no logróoxidar las gargantasde los congregados, sabedores de que,sin que los derechos de los presos sean respetados, difícilmente se avanzará en lasolución del conflicto. Rostros anónimos y otros más conocidossecundaron la convocatoria.
Aunque la lluvia acudió puntual a la cita de ayer en Baiona, los alrededores de la explanada de Lauga fueron llenándose poco a poco de gente que aguantó estoicamente la tardía salida de la marcha convocada por el Foro de Ibaeta.
En ese tira y afloja entre comenzar la marcha o esperar a quienes estaban retenidos en la muga, aprovecharon un momento en el que remitieron los chubascos para iniciar la manifestación, con los cientos de fotografías de presos portados por familiares y amigos que fueron recibidos con calurosos aplausos por parte de los congregados. Tras las imágenes de los prisioneros partió la pancarta con el lema principal «Dagozkien eskubideen alde, euskal presoak Euskal Herrira», sostenida por representantes de EHNE, ELB, ELA, LAB, AC, ESK-CUIS, STEE-EILAS, Etxerat, Segi y Anai-Artea. En ese bloque se integraron representantes de partidos y movimientos sociales. Así, podía verse a Jone Goirizelaia, Xabi Larralde, Joseba Alvarez, y Jean-Claude Agerre, de Batasuna; a Ainhoa Larrinaga y Xabier Sarasua, de Aralar, o a Joxe Iriarte, de Zutik. Y a lo largo de la marcha, a Peio Etxeberri-Aintxart, de AB; a Julen Paskual, de EA-ANV; o Manex Pagola, de EA. Otra pancarta portada por militantes de Askatasuna y Etxerat reclamaba el respeto de todos los derechos de los presos. A su paso, mucha gente que se había cobijado bajo el puente cercano a la salida fue incorporándose a la marcha. Entre paragüas y chubasqueros podían verse rostros conocidos como el del narrador de cuentos Koldo Amestoi, la escritora Marie-Josée Basurko, los cantantes Eñaut Larralde, Peio Serbielle o Erramun Martikorena, o el de veteranos militantes abertzales como Xabier Zubizarreta, Tasio Erkizia o Xan Koskarat. SILBIDOS Y LEMAS
Durante la marcha se corearon lemas en favor de la amnistía y la repatriación. En la avenida Paulmy se escucharon los habituales silbidos y lemas («Utzi bakean, alde hemendik, zuek faxistak zarete terroristak») al paso ante los dispositivos policiales que custodiaban los accesos a diversos edificios oficiales. Algunos turistas que pre- tendían salir del aparcamiento situado en dicha avenida esperaban, resignados, el transcurso de la manifestación. Al llegar a la plaza del Ayuntamiento, la cabecera de la manifestación fue recibida por los sones de la txalaparta para, a continuación, proceder al acto político que finalizó con el canto colectivo del «Amnistiaren dema» guiado por su autor, Anje Duhalde, a quien acompañó Maialen Errotabehere. La lluvia seguía arreciando pero las miles de gargantas allí reunidas no se amilanaron a la hora de reivindicar a través de la conocida canción lo que allí les había reunido, confirmando lo que el bertsolari ya había avanzado:«Guztiok batera, oihu handi bat bihurtu bedi, euskal presoak etxera». -
Desde Montreal para visitar a «un profe de euskara muy particular»
M.A, BAIONAEntre las pancartas presentes en la marcha, había una que rezaba «Zuekin euskal diaspora. Nazioarteko elkartea». La portaban el hazpandarra Xarlo Etxezaharreta, que lleva años trabajando las relaciones con los vascos de los cinco continentes en representación de Udalbiltza, y varios miembros de la comunidad vasca venidos de California, de la región argentina de Paraná y de Montreal. Desde esta ciudad de Quebec acudió Amaia Dextras-Ibarrexe. Preguntada por su presencia en la manifestación, Amaia dejaba bien claro que no estaba aprovechando unas vacaciones, como podría prejuzgarse: «He venido para quince días, pero no de vacaciones, sino para visitar a dos presos que conocí en Quebec». Se trata de los gasteiztarras Gorka Perea y Eduardo Plágaro que, tras ser detenidos en Montreal y Saint Michel, permanecieron cuatro años encarcelados para ser extraditados en junio de 2005 al Estado español. Tras mucho batallar Amaia ha conseguido, después de mucho batallar, un permiso excepcional de visita, y la primera de ellas tendrá lugar hoy mismo. «Esta semana iré a Asturias y a Valladolid y al fin podré verlos», decía emocionada pero con voz firme. Además no renuncia a retomar las clases de euskara con su «profesor particular», Gorka Perea: «Durante tres años, fue enseñándome el euskara. Ya sé que no será cosa fácil pero no desisto en proseguir mi aprendizaje, porque Gorka ‘nire irakasle maitagarriena da’».
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