GASTEIZ

En Araba, la patronal ha realizado también una oferta en la que prevé la revisión de las tablas salariales para los ejercicios 2004 y 2005 y el incremento del IPC real para los años 2006, 2007 y 2008.

Pero sobre todo, ha puesto énfasis en la «recuperación de la competitividad» a través de un aumento de jornada de 24 horas en tres años.

El ejemplo alavés es una muestra de la situación del sector. Todos los sindicatos coinciden en calificar estas propuestas como «una provocación», pero difieren a la hora de plantear un frente común.

Patronal crecida

Dani Gómez, responsable del Metal en ELA señala que «la patronal está crecida. El contexto le ayuda: el Gobierno español, el de Gasteiz, el navarro, juegan a favor de la patronal y la legislación les favorece. Ahí está la nueva reforma laboral, la reforma de pensiones o la reforma fiscal que están preparando. Además en el Estado español se encuentran con que sus valedores son los propios sindicatos».

Explica que, tanto en Bizkaia como en Araba, es en la jornada donde más dificultades pone la patronal, ya que, en el aspecto salarial, «las empresas están consiguiendo beneficios y puede hablar de subidas por encima del IPC».

Además, no se trata sólo del número de horas ­1.735 en el último convenio firmado­ sino también de su flexibilidad, los bolsines horarios y la subrogación, aspectos de los que «no quieren oír ni hablar», indica.

«Hay una patronal que se mueve como pez en el agua sin convenio, sin una norma, porque así explota a los trabajadores con mayor facilidad», concluye Díaz Espada.

Esta primera dificultad para negociar el convenio también la constata Angel Menocal, de CCOO, que señala que, en ausencia de convenio, «la situación en las empresas es muy mala. Los trabajadores de la pequeña empresa están totalmente desamparados y la patronal está muy cómoda porque esta haciendo caja».

Pero matiza que, a largo plazo, la situación puede volverse en contra de los empresarios, al generar situaciones de competencia desleal. Dani Gómez señala que SEA «sólo quiere tocar el salario y ver si consiguen pasos atrás en el resto de condiciones: flexibilidad, no reducir jornada, empleo cada vez más precario, ETT o subcontratas». Para lograrlo, recuerda que, como en el último convenio (2000-2003), no ha tenido reparos en firmar acuerdos de eficacia limitada con una minoría, en referencia al suscrito por UGT y CCOO.

Convenios anteriores

Díaz Espada afirma que, históricamente, la negociación colectiva en el Metal ha sufrido un estancamiento, «con convenios que estaban muy por debajo de las necesidades de los trabajadores y con pérdidas de derechos».

«Sabemos que CCOO y UGT han estado dispuestos a firmar cualquier cosa, pero es inadmisible seguir ofreciendo cheques en blanco a la patronal», subraya. El otro punto del conflicto, esta vez entre sindicatos, es la actitud de la central mayoritaria, a la que el resto acusa de haber abandonado la lucha por el convenio sectorial para impulsar las de aquellas empresas donde tiene representatividad.

ELA se defiende. «Tenemos que proteger al trabajador en cualquier sitio, en las empresas o en el convenio sectorial. Hasta firmar el sectorial no podemos quedarnos quietos,», afirma Gómez.

Esta misma semana ha expuesto los datos sobre la negociación en pequeñas empresas donde cuenta con delegados, en los que asegura haber conseguido una media del 4,31% de subida salarial y una jornada por debajo del último convenio sectorial en la cuarta parte de ellas, además de complementos por bajas o medidas contra la precariedad.

«En el sector hay un discurso ideológico pero en la empresa la eventualidad tiene nombres. Cuando pedimos que hagan fijos a tres eventuales, son Iñaki, o Ana o Mikel y la solidaridad se refuerza».

Gómez atribuye esta dinámica de pactar convenios en empresas a que «los trabajadores no son tontos» y si no hay convenio provincial buscan otras soluciones. Díaz Espada no comparte esta opinión. Para LAB, ELA ha abandonado el convenio sectorial, no para centrarse en los de empresas «sino en los de algunas empresas, primando los intereses del sindicato a los intereses de los trabajadores». Por el contrario, estima que «el marco de negociación provincial es muy interesante para los trabajadores, porque es un suelo de derechos, salarial y de jornada, que no sólamente afecta a los pequeños talleres, sino que también es importante para las medianas y grandes empresas. Afecta a todos, de una manera o de otra», y subraya los numerosos pactos que incluyen referencia al convenio provincial en muchos de sus puntos. Reconoce que en las empresas donde está desarrollado el movimiento sindical y hay representación, «la gente está organizada, se mueve y consigue mejores condiciones que las recomendaciones que hace SEA, pero eso no quiere decir absolutamente nada. Hace falta construir un marco de herrialde con unas mejoras significativas y que afecte a todos los trabajadores».

Recuerda que hay muchos pequeños talleres, trabajadores contratados por ETT y subcontratas en aumento trabajando para empresas grandes donde el control del patrón es directo. «De ahí la clara necesidad de un marco de herrialde».

UGT y CCOO comparten esta crítica. Menocal afirma que «el convenio del Metal en Alava tiene un problema muy gordo: la postura del sindicato mayoritario, que tiene más interés en aparecer como abanderado de la unidad de acción, pero con plataformas unitarias virtuales, que en dar una respuestas a SEApara conseguir los convenios provinciales. Es debido a eso la postura que está tomando la patronal, se siente cómoda y ofrece las propuestas que ofrece, totalmente irreales».

Respecto a los logros de ELA en las pequeñas empresas estima que «no son ciertos. En muchas no hay siquiera representación sindical y se basan en el convenio provincial y mientras no haya convenio provincial esa gente está totalmente desamparada». Además, menciona que ELA ha llegado afirmar «convenios con 13 años de vigencia o sin reducción de jornada».

ELA sostiene que intenta unir los convenios de empresas subcontratadas a los de las grandes, pero reconoce que «queda mucho por hacer» en el tema de la subrogación.