DONOSTIA
Iñaki Ormaetxea, hermano de uno de los militantes vascos abatidos a tiros en Morlans hace ayer quince años, reclamaba ayer desde estas páginas que no se obstaculizara el derecho a despedir a los muertos. El Departamento de Interior de Gasteiz decidió poner la ley española por encima de esta norma común a todas las culturas y a mediodía de ayer comunicó a la Audiencia Nacional que estaba previsto un acto junto a la casa en que fueron abatidos. Tras la prohibición correspondiente y fulminante el auto llegó a Donostia pasadas las 18.00, hora del acto, la Ertzaintza lo llevó a efecto cuando cerca de 200 personas esperaban ya al inicio.Las tres furgonetas de ertzainas que observaban a distancia se acercaron en ese momento y rodearon el escenario colocado al efecto, con micrófono, pebetero y la pancarta «Omenaldirik onena, garaipena». Allí comunicaron el veto. Luego llega- ron otros dos vehículos, en uno de las cuales venía el auto de Madrid, que exponía que la celebración podía suponer «enaltecimiento o justificación del terrorismo».
Joxean Agirre (Askatasuna) denunció ante los numerosos medios congregados que «hemos venido a homenajear una parte de nuestra historia, como todos los años», y lamentó que en este momento en que se habla de «nuevos aires» se constata de nuevo que «cuando la ultraderecha española ladra, la Ertzaintza viene a morder».
El acto se dio por suspendido, pero los familiares de Patxi Itziar, Jokin Leunda e Iñaki Ormaetxea no iban a renunciar a dejar ante la casa de Morlans el testimonio de que los tres siguen muy vivos en su memoria. En fila de a uno, y seguidos por los ertzainas, llegaron hasta allí portando los retratos de los jóvenes fallecidos y depositaron ramos de flores. Unas 70 personas les acompañaron.
En otro punto del barrio donostiarra, Josu Ormaetxea, hermano de Iñaki, improvisó unos bertsos en los que se destacaba que lo que ayer no fue posible sí lo será en una futura Euskal Herria libre. Ya antes, en Urbina se había celebrado otro acto de recuerdo a Ormaetxea, esta vez sin presencia policial.
Elorza: «Son un coñazo»
No sólo el Departamento de Interior de Lakua dio la nota en el decimoquinto aniversario de las muertes de Morlans. Por la mañana, el alcalde de Donostia, Odón Elorza, fue preguntado sobre el acto y respondió con cajas destempladas.«Son un coñazo, están demasiado presentes en las fiestas, y no hay quien lo aguante», respondió el representante del PSE en alusión a todas las movilizaciones celebradas por la izquierda abertzale durante los últimos días, y que coinciden con Aste Nagusia.