GAZA

Constaría de veinticinco carteras, de las que Hamas ostentaría siete y Al Fatah seis, y estas dos formaciones se rotarían a la cabeza del Ejecutivo. Este último punto plantearía un problema, pues Hamas, que dirige actualmente el Gobierno palestino, quiere poner al primer ministro y rechaza el sistema rotativo.

Por su parte, el jefe de la oposición y del grupo parlamentario de Al Fatah, Azam al Ahmed, acusó ayer al Ejecutivo liderado por Ismail Haniyeh de interferir en las conversaciones sobre la creación del Gobierno. En declaraciones a la emisora de radio La Voz de Palestina desde la ciudad cisjordana de Ramala, señaló que «el Gobierno no tiene derecho a intervenir» y que las negociaciones «las debe llevar el presidente con las facciones».

Hamas, según informaba ayer el diario palestino “Al Ayam”, espera que la creación de un Gobierno de unidad signifique el fin del boicot político y económico internacional al, según las potencias occidentales, «Ejecutivo de la ANP», si bien es todo el pueblo palestino el que sufre sus trágicas consecuencias.

Un Gobierno de unidad nacional, señaló una fuente anónima citada por agencias internacionales, es «esencial» para superar la crisis en que esta sumida la ANP desde la captura del soldado israelí Gilad Shalit, el pasado 25 de junio, a la que Israel ha respondido con una brutal ofensiva militar y el cierre de fronteras: sólo en la paupérrima franja de Gaza, 184 civiles muertos, 42 de ellos niños, además de 650 heridos y casi 4.000 personas a quienes la fuerza ocupante ha destruido sus casas a bombazos.

Incluso cuando toda la atención internacional estaba puesta en las masacres de Líbano, el Ejército israelí ha seguido matando en Gaza. Sólo en la última semana, veinticinco palestinos, seis de ellos niños, han muerto como consecuencia de agresiones israelíes. Los heridos en el mismo periodo se cuentan por docenas.

El presidente y el primer ministro palestinos acordaron el miércoles iniciar las negociaciones para la creación de ese Gobierno de unidad que podría ser fundamental para que mejoren las condiciones del pueblo palestino. El programa del mismo se construirá de acuerdo con el denominado Documento de los Prisioneros, elaborado por dirigentes de distintas organizaciones palestinas encarcelados en Israel y que Abu Mazen propuso en su día someter a referendo en Jerusalén oriental, Cisjordania y Gaza, para presionar a Hamas. Aquella actitud del presidente parecía haber dinamitado cualquier opción de crear un Gobierno de unidad, pero el turbulento último mes ­con la agresión israelí contra el pueblo libanés, sin olvidar las cotidianas matanzas de Gaza­, ha cambiado las cosas.

Otra tregua palestina

Con todo, Hamas han subrayado que ningún Gobierno de unidad entrará en vigor hasta que no sean liberados los ministros y los diputados de la formación secuestrados por Israel, entre ellos el propio presidente del Legislativo, Aziz Dueik.

La formación de un Gobierno de unidad nacional es una iniciativa que Hamas propuso después de ganar las elecciones del pasado mes de enero y que en su momento sectores de Al Fatah lograron abortar.

Por otro lado, el presidente anunció que ha llegado a un acuerdo con las organizaciones armadas palestinas para un alto el fuego unilateral que supondrá la suspensión de todos los ataques contra civiles en Israel. «Ayer llegué a un acuerdo con todas las facciones y han aceptado suspender todas las acciones que puedan dar un pretexto a Israel para otros ataques», dijo en un discurso en una ceremonia de graduación de miembros de su guardia personal.

Abbas insistió en que los palestinos deben poder moverse y que para ello hace falta que las fronteras, en especial el paso de Rafah con Egipto, se abran.