Maite Soroa
Se acerca setiembre
A medida que se acerca setiembre, en vísperas, pues, de que Pérez Rubalcaba informe en Madrid de las reuniones del Gobierno con ETA, los propagandistas del españoleo empiezan a mostrar signos inequívocos de histeria. José Luis Martín Prieto en “El Mundo”, por ejemplo, mostraba su desolación y nerviosismo por la mera posibilidad de que el proceso avance en dirección contraria a sus deseos. Y lo hacía con una importante carga de mala leche, además: «La lógica de este Gobierno autista es dejar las calles vascas a quienes las reclaman. ETA es un archipiélago de siglas que la representan: políticas, sindicales, juveniles, solidarias, pro sus presos, y no dejarlas expresarse es inútil una vez que Zapatero ha arriado la bandera en el cuartel españolista. El porcentaje de vascos que quiere la independencia tiene pleno derecho a pedirla por las calles, mientras lo hagan pacíficamente, bajo la enseña que les pete (también la ikurriña estuvo ilegalizada) y con el fulano de Otegi a la cabeza. Pero..., ¿y qué más da? Dice la Iglesia que pidan perdón los asesinos. ¿Para qué? Si alguna vez se da será una formulación burocrática sin ningún valor moral. Y, además, nadie se arrepiente cuando va ganado posiciones. El Bambi, o el cocodrilo de La Mareta, está desmochando la capacidad de España para resistir. ¿Qué más da?». Buena pregunta.Y el editorialista de “Abc” se refería a las últimas
declaraciones de Miguel Buen, secretario general del PSE en Gipuzkoa, en las que
citaba la posibilidad de indultos para los presos políticos vascos. Se pueden
imaginar el pataleo en la redacción del vetusto ultramontano: «Este episodio es
el enésimo que demuestra que el Gobierno socialista ha decidido prescindir de
las instituciones y de las reglas básicas de la dinámica institucional que da
fuerza a todo sistema democrático. No sólo se margina a la oposición popular
legitimada para anunciar su desvinculación a todo acuerdo político con los
terroristas y escaldada de la deslealtad continua de Rodríguez Zapatero con
Rajoy, se confunde dolosamente a la opinión pública sobre la gravedad legal
y política de la ‘kale borroka’ y de la extorsión, y no sólo se acepta que el
futuro político del País Vasco y de España se decida fuera de los Parlamentos,
sino que también se despoja a la prerrogativa del indulto de todo sentido de
equidad y excepcionalidad, para convertirla en un subterfugio de la amnistía,
constitucionalmente prohibida». Ya verán en setiembre... - msoroa@gara.net
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