Gustav Malher Jugendorchester inyecta hoy a la Quincena una dosis de juventud
Una orquesta formada por 130 músicos de entre 16 y 26 años, entre los que figuran varios vascos, seleccionados de entre los mejores de toda Europa y dirigidos por un director de 31, es la tarjeta de presentación de la Gustav Malher Jugendorchester que hoy actuará en el auditorio del Kursaal. Es la segunda vez que vienen a la Quincena y se presentan acompañados por la mezzosoprano Susan Graham.
DONOSTIA
Tanto la mezzosoprano Susan Graham, que ha sido declarada por la revista “Gramophone” como la «soprano favorita de América», como el joven director Philippe Jordan que hoy dirigirá en el auditorio del Kursaal, a partir de las 20.00, a la Gustav Malher Jugendorchester, se valieron de términos como «energía», «intensidad» y «audacia» para definir en definitiva la juventud que rezuma la orquesta con la que cantará la primera y que dirigirá el segundo. Se trata de una formación fundada por iniciativa de su actual titular, Claudio Abbado, y que está considerada como una de las mejores orquestas jóvenes del mundo. Con sede en Viena, agrupa a 130 jóvenes músicos, seleccionados de forma rigurosa por un jurado de reconocidos intérpretes. En sus veinte años de existencia ha atraído a los más reconocidos directores. Han trabajado con la misma, además de Claudio Abbado, Pierre Boulez, Bernard Haitink, Mariss Jansons y Seiji Ozawa, entre otros. La dirige en la presente gira Philippe Jordan, un músico de 31 años que en esta misma temporada ha hecho “Carmen” en la Metropolitan y otras producciones en la Opera de Zurich, Royal Opera House, Covent Garden y Viena.En la rueda de prensa estuvo acompañado por la mezzosoprano norteamericana Susan Graham, que en el concierto de hoy actuará de solista en la segunda de las obras del repertorio, “Siete canciones tempranas”, de Berg. «Es una orquesta enorme, no solamente por el número de músicos que la forman, sino también por su valía técnica, su juventud y la energía que irradia. Es una orquesta formada por músicos hambrientos, hambrientos de conocimiento y de novedad», dijo Philippe Jordan. Añadió que el programa, que se inicia con “Seis piezas para orquesta” de Webern, sigue con las “Siete canciones tempranas” de Berg y concluye con la “Sinfonía nº 6” de Shostakovich, es «muy completo, porque la obra Shostakovich está llena de colorido y requiere una habilidad y un virtuosismo especiales en su interpretación, en especial en los solos. Tiene, además, una obra de Webern, que hace una música que apela a los sentidos tanto del público como de los intérpretes. Es una música de una gran intensidad y un gran colorido. La obra de Berg, finalmente, es una obra hermosísima que tiene momentos operísticos, momentos de gran expresividad, pero al mismo tiempo de gran intimidad. A todo esto hay que añadir que este año celebramos el centenario de Shostakovich». La mezzosoprano Susan Graham recordó que era la primera vez que cantaba con una orquesta joven y que «ha sido una experiencia sumamente enriquecedora. He absorbido toda la energía, la fuerza y la pasión que despliegan en su trabajo».
Un director de orquesta de 31 años
J.A.
DONOSTIA Cuando se le preguntó por la edad, Philippe Jordan respondió que todavía podía responder con tranquilidad a esa cuestión. Tiene 31 años, prácticamente todos ellos dedicados a la música. Su educación musical comenzó a los seis. A los 16 ingresó en el Conservatorio de Zurich, donde se graduó en piano. Al mismo tiempo fue asistente de Jefrey Tate en el Chatelet de París. En 1994 fue nombrado Primer Karpellmeister del Teatro de la Ciudad de Ulm y un año más tarde hizo su debut. Fue asistente de Daniel Barenboim en la Deusche Staatsoper de Berlín y director de titular de la Opera y de la Filarmónica de Graz. Debutó asimismo en el campo de la ópera con “Die Fledermus” en la Metropolitan Opera y con “La flauta mágica” en la Royal Opera House Covent Garden. Ha colaborado como director invitado con las orquestas más destacadas. Actúa como pianista en recitales de música y hoy estará al frente de la Jundorchester. Susan Graham dijo de él que «no busca el lucimiento personal. Se entrega a la música y hace todo para el beneficio de los intérpretes».
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