Intriga y suspense en «La noche de los girasoles»
·El director Jorge Sánchez-Cabezudo presentó ayer en Bilbo su ópera prima
«La noche de los girasoles» es una película de personajes, con mucho suspense y un fondo rural. La ha dirigido Jorge Sánchez-Cabezudo, con Carmelo Gómez, Judith Diakhate, Celso Bugallo y Vicente Romero en los principales papeles. Parte del equipo se desplazó ayer a Bilbo para presentar el film.
BILBO
El guionista Jorge Sánchez-Cabezudo ha enfrentado a una serie de personajes «corrientes» a situaciones extremas, asistiendo a sus reacciones imprevisibles en muchos momentos, sin juzgarlos ni condenarlos. Un sólido guión, escrito por él mismo, ha sido el salvoconducto que ha manejado para conseguir financiación para rodar ésta su primera película. En el film se adivina cierta mirada pesimista sobre la condición humana. «El cine negro es pesimista por esencia y cuando uno elige este género es porque tiene cierta visión pesimista de las cosas», dijo ayer el director. «Creo que la gente sobrevive cómo puede y muchas veces no puede estar a la altura de su propia ética». Sánchez-Cabezudo, quien quiso alejarse de los tópicos del género y consigue despistar al espectador, ha estructurado “La noche de los girasoles” por capítulos, cada uno de los cuales toma el punto de vista de un personaje. Carmelo Gómez, Judith Diakhate, Celso Bugallo, Manuel Morón, Mariano Alameda, Vicente Romero y Walter Vidarte son algunos de los actores que dan vida a la historia con algunas interpretaciones de aplauso. Sánchez-Cabezudo confiesa que la dirección de actores fue uno de los aspectos que más cuidó. «Soy un actor frustrado y he disfrutado muchísimo el trabajo con los actores. Ensayamos repetidamente, hablamos durante horas y en el rodaje me puse muy pesado». Especialmente duro fue el rodaje para Judith Diakhate, joven actriz que en la película sufre un violento intento de violación por parte de un vendedor que encarna su profesor de interpretación, Manuel Morón. «Se hicieron muchas tomas y fue agotador porque era una escena de una carga emocional fortísima. Me pude acercar a imaginar lo que siente una mujer agredida y llegué a tener verdaderos ataques de ansiedad», comentó en Bilbo. Vicente Romero, que da vida al guardia civil que, con su reacción, desencadena el final de la historia, intentó transmitir a su personaje «toda la desidia y el aburrimiento que marca la vida opresiva de este hombre».
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