Maite Soroa
Empieza la contraofensiva
Se acerca el final de este verano movidito y los analistas más próximos al PSOE afilan la pluma para defender al sonriente ZP de los dardos que, previsiblemente, afilan ya Zaplana, Acebes y su triste compaña. Ayer empezó la contraofensiva.Pedro Calvo Hernando, un clásico, en “Ultima Hora” demostraba que ZP no se baja los pantalones así como así: «En la actitud negativa de ETA y de la ilegal Batasuna podría haber un componente táctico de presión sobre el Gobierno y el Estado democrático para conseguir algunas medidas como las que el Gobierno de Aznar tomó durante la tregua de 1998 y 1999: excarcelaciones, acercamiento de presos a las prisiones de Euskadi, promesas de generosidad con los terroristas, a los que ya no se llamaría tal cosa sino Movimiento de Liberación Nacional Vasco. El caso es que el actual Gobierno no ha movido un dedo en el sentido en que lo hizo el anterior Ejecutivo. Por supuesto, sin pagar ningún precio político, aunque la expresión ya me da asquito. Por lo demás, el comunicado etarra y la cerrazón batasuna demuestran que eran una sarta de mentiras todas aquellas afirmaciones sobre concesiones políticas del Gobierno en materia de autodeterminación, del status de Navarra, etc...». O justamente lo contrario, ¿no creen? Federico Abascal, en varios medios, entre ellos “El
Comercio de Gijón”, también salía en defensa del señorito: «Cuando llegue
setiembre con la normalidad del trabajo, y se acorten visiblemente los días, es
posible que ‘el ritual de todos los veranos’ desaparezca, y Batasuna se legalice, pero mientras eso no ocurra, lo más probable es que Otegi y el ‘think tank abertzale’ sigan pidiendo a Rodríguez Zapatero que desactive la Ley de Partidos. Pero no se trata de que el Estado de derecho se desarme, sino de que se desarme ETA, requisito previo a su disolución. Va a ser, sin embargo, difícil que el radicalismo abertzale terrorista (ETA) o filoterrorista (Batasuna) lleguen a adquirir una idea meridiana de los comportamientos democráticos, que sólo son los basados en el derecho y no los que Otegi reclama, que vendrían a resultar el vaciado de la ley. Va a ser largo el proceso de paz. Y si se interrumpiera, vería ETA cerrada su única salida, y Batasuna seguiría viviendo en la marginación política y, terrible destino, sin fuentes de financiación». No se lo creen ni ellos, pero ahora toca decir eso. Lo repetirá a lo largo de los próximos días el resto de sus acólitos. msoroa@gara.net
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