Victoria Mendoza - Psicoterapeuta
¿Qué enseñar en las aulas?
Durante muchos años como profesora, coordinadora educativa y psicóloga educativa, y sobre todo, como alumna o estudiante, he podido entender que nuestro papel como docentes en las aulas no es el vaciado de conocimientos; por eso, no estoy de acuerdo en las evaluaciones o en deberes en los que debes memorizar las páginas de algún libro. Las clases siguen siendo muchas veces aburridas y difíciles, con metodologías donde el profesor es la autoridad y el que sabe, faltando técnicas grupales o dinámicas que hagan más fácil y entendible la enseñanza. El papel de los profesores debe de ser ante todo trasmitir el gusto por la asignatura que imparten, hacerle ver al alumno el uso práctico de su materia en concordancia con la vida y la situación actual que nos ha tocado vivir. No son las notas, sino el esfuerzo y responsabilidad por aprender, por entender, comprender y utilizar de manera práctica la materia; enseñar a los alumnos a investigar, a reflexionar, a analizar, a resolver conflictos y problemas reales, a debatir, a dar sus puntos de vista, sin temor a contradecir al profesor; motivarles, trasmitirles el gusto por la materia para que sean autodidactas y quieran y sean capaces de investigar sobre la asignatura que cursan, que puedan ver el lado útil de la materia en sus propios problemas y experiencias de vida. Hay mucha teoría en internet y en libros, existe gran cantidad de información audiovisual, enciclopedias especializadas... por tanto, no es conocimiento lo que se debe trasmitir, enseñar no es un dictado de información y conocimiento, sino proporcionarles las bases suficientes y adecuadas para querer investigar sobre una materia que debería resultarles útil e interesante. Además, la enseñanza debería tener su lado lúdico, los profesores deberíamos también hacernos terapia, estar relajados para saber contagiar el gusto y el entusiasmo que cada uno siente por su propia área de especialización. Las materias no son aburridas o difíciles, somos nosotros como profesores los que a veces fallamos, o son nuestras actitudes a la hora de enseñar o bien la falta de técnicas didácticas y grupales adecuadas. Por eso debemos comenzar a ponernos de acuerdo en qué, cómo y para qué enseñar, cuál es la actitud que debemos tener en el aula para salir más satisfechos, para que realmente nuestros esfuerzos a la hora de preparar y dar una clase, a la hora de ser responsables de una materia y de un grupo de alumnos, sean compensados con buenos resultados tanto para el alumno como para el profesor. -
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