La moda y todas las industrias que la hacen posible, mueve unas cantidades de dinero que posiblemente contribuyan bastante al PIB. Por ello, frivolizar sobre estos asuntos es un ejercicio que nos puede dejar con los dientes pegados al mendrugo de pan. Roer en hueso. La moda se idealiza con cuerpos femeninos. Las modelos. Una profesión dura y exigente. De las docenas de miles de modelos existentes en el globo terráqueo, solamente unas pocas decenas de privilegiadas viven con honores de hija de banquero o princesa. El resto debe esperar que suene su teléfono, estar siempre preparada con su maleta ligera, con su maletín de maquillaje repleto y dispuesta a todo lo que se le ocurra al creativo de turno. Y si decimos moda, decimos pasarela, pero también se asocia a publicidad.

Cuatro presentó el pasado domingo un nuevo reality encuadrado dentro del mundo de las modelas, y con el patrocinio de una agencia internacional del ramo. Es decir, el reino del estilismo, el reino de las emociones a flor de piel, los llantos, las deficiencias estructurales, los miedos, complejos. Para entendernos es más semejante a OT que a GH. Trece mujeres en busca de la fama. Once semanas de duro trabajo, de formación y de cámaras de televisión. Pruebas lógicas y pruebas extremas. Todo un sistema de espectáculo televisivo que pretende, a la vez, dignificar, o al menos colocar en valor el modelaje. Diríamos que la consigna es: “no hay anorexia, simplemente cuerpos cuidados”.

Judith Mascó conduce las galas, y se acompaña por gente de la pasarela y la fama. El tono es bastante seco, no se trata de convertir todo en una bombonera, sino que se van a ver los momentos de sufrimiento y sacrificio, las reglas de juego de algo que a lo que se accede no solamente por la suerte en el reparto genético, sino por el Studio y la profesionalidad. De entre esas esperanzas, una pasará a otro concurso internacional. La primera entrega tuvo ritmo, se contaron cosas fuera de los tópicos, se vio un desfile en toda regla y ahora es el público quien debe decidir a quién expulsa. Porque el mecanismo es igual: nominaciones y expulsiones. Llantos y alegrías. Y mucho estilismo.-