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Errazti: «EA es un proyecto definido, claro e importante»
Begoña Errazti defendió ayer la claridad y nitidez del proyecto de Eusko Alkartasuna y de su espacio político, que «tan malo no será cuando unos y otros están tratando de quedarse con él». La presidenta de EA realizó estas afirmaciones en el XX aniversario del partido, acto en el que no hubo ninguna referencia al debate interno sobre el futuro electoral.
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GASTEIZ
Eusko Alkartasuna celebró ayer su vigésimo aniversario en el mismo hotel gasteiztarra en el que el 4 de setiembre de 1986 comenzó a dar sus primeros pasos. Los tiempos que ha determinado la propia ejecutiva nacional del partido han llevado a que una fecha tan señalada en el calendario interno de EA y también en el del PNV, porque supuso la oficialización de su escisión haya llegado precisamente en el momento en el que aflora con mayor nitidez el debate sobre si ambas formaciones concurren por separado a las próximas elecciones municipales y forales como decidió la dirección, o si conforman una coalición, como persiguen algunos de sus dirigentes. Ese es el debate que, sin duda, más interesa a los propios militantes de EA. Pero ayer, quizá por la necesidad de tener la fiesta en paz, no se hizo ninguna alusión al mismo.El acto, como cada año, estaba organizado por la ejecutiva regional de Araba y la municipal de Gasteiz partidarias de acudir en solitario a las próximas elecciones y la intervención principal corría a cargo de Begoña Errazti defensora ahora de la coalición con el PNV. Por lo tanto, los discursos se limitaron a una exaltación de los valores comunes de EA, con una mirada retrospectiva a los primeros tiempos y una declaración de intenciones generales sobre el futuro. Acudieron unas 150 personas, con una presencia notable de afiliados que vivieron en primera persona aquellos años de la escisión del PNV y de la creación de Eusko Abertzaleak primero y Eusko Alkartasuna después. Entre los asistentes estaba el propio Manuel Ibarrondo, impulsor del nuevo partido, y, claro está, Carlos Garaikoetxea, la máxima referencia de EA durante más de diez años desde su presidencia e indiscutible autoridad aún. También apareció Patxi Ormazabal entonces presidente de las JJGG de Araba. No así José Angel Cuerda, alcalde de Gasteiz en aquellos años y uno de los protagonistas de la escisión, que después volvió al PNV. Iñaki Gil, presidente de la ejecutiva municipal de Gasteiz, y Fernando Velasco, presidente de la regional de Araba, tomaron la palabra al alimón para destacar que los principios de defensa del derecho de autodeterminación y de superación de las posiciones foralistas, y los de la búsqueda de la igualdad efectiva en el disfrute de los recursos económicos, siguen hoy tan vigentes como cuando constituyeron el eje central del nacimiento de EA. Para evitar malinterpretaciones sobre algunas ausencias, aclararon que el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, y el secretario general del partido, Unai Ziarreta, no habían podido acudir por cuestiones hospitalarias.
«Razón y corazón»
Tras un audiovisual que recordó algunos momentos del nacimiento de EA y recorrió algunas de sus señas de identidad actuales, tomó la palabra la presidenta del partido, Begoña Errazti. Comenzó recordando que ella no provenía del PNV, aunque en su familia había fundadores de la formación jeltzale. Señaló que se afilió a EA a los años de la creación del partido por «razón y corazón». Añadió innecesaria e incorrectamente que «aunque ambos terminan en razón no se acentúan igual y desde luego no significan lo mismo».Se trató, claro está, de un lapsus sin importancia, pero es una anécdota que da una idea del exceso de impro- visación y falta de un eje claro que tuvo el discurso de Errazti, obligada como se sentía de no hablar en público del verdadero debate que ahora se vive en EA. En todo caso, la presidenta hizo una defensa nítida del espacio político que ocupa EA que «tan malo no será cuanto unos y otros quieren quedarse con él». También aseguró que «EA es un proyecto claro, definido e importante». Errazti felicitó a cada militante de EA por haber impulsado «un proyecto decisivo en la política vasca». Destacó que ideas como la independencia y la búsqueda de la misma por «cauces democráticos» son hoy hegemónicas en Euskal Herria gracias a su trabajo. La presidenta tuvo palabras de cariño para Manuel Ibarrondo y Carlos Garaikoetxea, que le aplaudieron desde la primera fila.
Del apoyo sentimental y el seguimiento al líder carismático al voto ideológico
I.IRIONDO
Eusko Alkartasuna revivió ayer por unas horas los momentos de su nacimiento hace veinte años como respuesta rebelde a la dirección del PNV. Una reacción que fue abanderada públicamente por Manuel Ibarrondo y otros gasteiztarras, pero liderada indiscutiblemente por Carlos Garaikoetxea. Fue el de ayer un reencuentro con los sentimientos de los primeros tiempos del partido que sirvió a la vez para ver lo mucho que ha cambiado EA en cuatro lustros. Aunque todavía le persigue el hecho de haber nacido en la convulsión de una escision, también es cierto que el componente anímico y la adhesión al líder carismático que acompañó el surgimiento de la nueva sigla se ha ido diluyendo en el imaginario colectivo del electorado en favor de los apoyos ligados a la ideología, el programa y las ofertas puntuales del partido. Los primeros pasos de EA estuvieron marcados por la resaca de la escisión y el tirón personal y electoral de Carlos Garaikoetxea, en el que se mezclaba su propio atractivo político con las pasiones que siempre genera la forma en la que fue apartado de Ajuria Enea. Pero las emociones no son eternas, y pronto hubo que afrontar la tarea de crear un cuerpo teórico e ideológico propio. La necesidad de cambiar de registro se acentuó después de que en las primeras elecciones autonómicas no lograra formar gobierno con el PSE y EE. El PNV siguió en Ajuria Enea y EA se quedó sin conseguir sustituirlo en el liderazgo del nacionalismo institucional. Sobre la evolución de sus seguidores, Garaikoetxea rememora que «algunas de las personalidades más notables que tenían su propio gancho electoral, como el alcalde de Vitoria, Cuerda, se alejaron de nuestro proyecto y algo inevitablemente parecido sucedió con un sector del electorado que tenía sus inclinaciones naturalmente orientadas hacia el proyecto tradicional del PNV y que encontraba nuestras propuestas excesivamente radicales, tanto en lo concerniente a la reivindicación de autogobierno como en la opción socialdemócrata». Probablemente, en la pérdida de peso electoral de EA también habrán tenido que ver no sólo esas razones, sino sus propias indefiniciones en algunos momentos y sus luchas intestinas en otros. En todo caso, no deja de ser cierto que EA es ahora un partido muy distinto del que nació el 4 de setiembre de 1986. Pero como entonces, en estos días la formación está en una encrucijada en la que, dependiendo de cómo se resuelva en el fondo y en las formas, se juega su futuro. -
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