El Festival de Toronto, a pesar de la polémica, sigue creciendo
TORONTO
La 31ª edición del Festival de Cine de Toronto abrirá sus puertas el jueves con la habitual dosis de polémica, centrada en esta ocasión en la película británica “Death of a President”, que relata con el lenguaje de un documental e imágenes reales y trucadas el asesinato del presidente estadounidense George W. Bush.
A pesar de la polémica, el codirector del festival, Noah Cowan, ha defendido la selección del filme, que considera «el film más peligroso y originalmente impresionante» que ha visto este año.
El Festival de Toronto, creado hace tres décadas por un grupo de aficionados interesados en mostrar filmes de zonas del mundo que nunca llegaban a los cines de la ciudad, se ha convertido en una de las principales citas cinematográficas del mundo. Aunque no tiene carácter competitivo, es el más importante de Norteamérica y referencia casi obligada para directores y actores, especialmente de los que aspiran a enviar sus películas a los Oscar. Desde hace años la prensa especializada considera a Toronto como el pistoletazo de salida de la carrera para nominar los filmes que aspiran a los premios que de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de EEUU.
Este año, más de 500 actores y directores pasarán por Toronto durante los diez días que dura el festival. Entre ellos estarán Brad Pitt, Jennifer López, Viggo Mortensen, Russell Crowe, Jude Law, Tom Hanks, Reese Witherspoon, Sandra Bullock, Pierce Brosnan, Dustin Hoffman, Sharon Stone, Sarah Polley, Anthony Hopkins, Ethan Hawke, Jessica Lange, Liam Neeson, Penélope Cruz y Vince Vaughn, así como el grupo musical Dixie Chicks.
En total, 261 largometrajes y 91 cortometrajes de 61 países serán exhibidos durante el festival, que se desarrollará entre el 7 y el 16 de setiembre.
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