Críticas a Ankara en plena ofensiva kurda
ANKARA
Insuficientemente represivo contra los kurdos o, al contrario, escasamente conciliador con sus reivindicaciones, el Gobierno turco se enfrenta al fuego cruzado de las críticas en plena ofensiva de las guerrillas kurdas, que se ha saldado el fin de semana con la muerte de ocho soldados, un policía y un funcionario municipal. Estos dos últimos murieron el domingo en una explosión en Catak, cerca de la ciudad kurda de Van.
A ellos hay que sumar los atentados contra intereses turísticos hace una semana, que se saldaron con la muerte de tres personas.
Los funerales por los soldados muertos han derivado en manifestaciones de cólera. «Enviad a los soldados al Monte Qandil, no a Líbano», titula el diario “Sabah” haciéndose eco del grito del padre de un soldado. El Monte Qandil, en Kurdistán Sur (dentro de las fronteras de Irak) es considerado el principal refugio de los guerrilleros del PKK.
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