BILBO
Como dice Valverde, la segunda semana de la Vuelta se presume como «más llevadera». Sobre el papel. La Vuelta buscará el sol andaluz a final de la semana. Son seis etapas hasta el domingo sin final en alto y con la primera contrarreloj individual el sábado en Cuenca.Es terreno de respiro, pensando en la definitiva tercera semana que se las trae por su dureza. Ahora bien, el perfil de los próximos días es de un sube y baja que puede ser propicio para la emboscada. Yconociendo a Vinokourov y el carácter kazajo no habría que descartar alguna hazaña.
La décima etapa de hoy llega a Santillana de Mar y, en concreto, al Velódromo Oscar Freire, en lo que debía ser un homenaje al triple campeón del mundo que, sin embargo, compite en el Tour de Polonia. Son 200 kilómetros que se pueden hacer interminables para todos.
La jornada de mañana con final en Burgos tiene su miga porque los corredores deben ascender El Escudo, de primera categoría. Se antoja un suicidio cualquier intento de los favoritos, pero con los kazajos de por medio quién sabe. De todas formas, el Illes Balears ha demostrado tener un buen bloque que arropa a Valverde.
Las etapas 12ª y 13ª con metas en Guadalajara yCuenca, respectivamente, son llanas y el esprint es previsible.
Contrarreloj el sábado
La jornada caliente de la semana llegará el sabado con la primera crono individual de la ronda española. Son sólo 33,2 kilómetros con la dureza añadida de una cota de tercera categoría a mitad de camino. El líder Valverde y los kazajos tienen su cita.
Por último, el domingo la carrera vuelve a Andalucía en otra etapa llana.Tras el descanso del lunes, la última semana incluye los finales en Calar Alto y La Pandera y una crono de 27,5 kilómetros.