63º mostra de Venecia
Emilio Estévez reivindica la figura de Robert F. Kennedy
La Mostra de Venecia vio ayer la última película estadounidense en concurso, «Bobby», de Emilio Estévez, y la primera italiana, «La Stella che non c'e», de Gianni Amelio. La primera se centra en el atentado contra Robert F. Kennedy, mientras que la segunda intenta descubrir China al espectador occidental a través del personaje de un trabajador italiano que viaja al continente asiático.
VENECIA
“Bobby”, el último trabajo del actor y director estadounidense Emilio Estévez, cuenta la historia de varios personajes presentes en el hotel donde fue asesinado Robert F. Kennedy en 1968 y las últimas horas de esa trágica noche del 5 de junio. Se trata de colaboradores directos del senador y miembros del hotel, desde la dirección hasta los cocineros, personas que resultaron heridas junto a “Bobby” Kennedy por los disparos de Sirhan Sirhan, en un caso que aún presenta aspectos oscuros. Todos ellos están representados por un largo reparto con actrices como Sharon Stone, Demi Moore, Helen Hunt, Lindsay Lohan, y actores como Anthony Hopkins, Harry Belafonte, Martin Sheen y Freddy Rodríguez, entre otros. El filme empieza y termina con discursos de “Bobby” Kennedy y está lleno de música de los años sesenta, en los que se desarrolla el movimiento pacifista contra la guerra de Vietnam y el movimiento por la igualdad entre blancos y negros. Esos discursos recuerdan inmediatamente al espectador el presente marcado por la guerra de Irak y la guerra contra el terrorismo. «Hemos creado un desierto y lo llamamos paz», afirma “Bobby”, quien en un debate de televisión pregunta a un rival republicano: «¿Detendría usted a alguien que no haya cometido un delito?», y éste responde: «sí, lo detendría si fuera a cometerlo». Las palabras del senador también evocan constantemente las desigualdades sociales y raciales en los Estados Unidos. «Fue más que un político, se levantó en favor de los débiles», dijo Estévez en la rueda de prensa.
El descubrimiento de China
Por su parte, el director italiano Gianni Amelio ha intentado con su último largometraje abrir una ruta, la del descubrimiento de China, que comercialmente anega Occidente, pero es desconocida para los occidentales. «No me imaginaba que China fuera así», afirma en el filme Vincenzo Buenavolontá, empleado de mantenimiento de una siderurgia, al encontrarse en medio de rascacielos, miseria y contaminación. Vincenzo, interpretado por Sergio Castellitto, se presenta en China después de que una delegación del país oriental comprase en Italia un alto horno, que según el empleado tenía un defecto muy peligroso que podía hacerlo estallar. La búsqueda de la fábrica a la que ha ido a parar ese alto horno es la excusa para explorar el país, en compañía de una intérprete china, encarnada por Tai Ling. Pero Vincenzo se encuentra con un mundo, una cultura y un idioma totalmente incomprensibles con los que busca desesperadamente establecer una comunicación. «Quizá Vincenzo vive de valores antiguos, fuera de la moda, en un mundo como el nuestro, pero también en un mundo como China, que debería poseer los pilares de sabiduría más allá de aquello que se dice de su modernidad y su vanguardia, y de su poder económico mundial», ha comentado recientemente Amelio sobre su película. Mañana llegará a la Mostra uno de los directores más esperados en el Festival, David Lynch, quien recibirá el León de Oro en reconocimiento a su carrera y presentará su último trabajo, “Inland Empire”. Además, se proyectarán películas de los latinoamericanos Diego Leman y Sergio Mazza.
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