EA, en su laberinto
La disyuntiva de acudir en solitario a las pr�ximas elecciones municipales y forales en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa o de hacerlo en coalici�n con el PNV, como en las dos anteriores convocatorias y en las dos �ltimas elecciones auton�micas, se ha convertido en un laberinto para Eusko Alkartasuna del que le va a ser dif�cil salir indemne, sea cual sea la decisi�n que adopte finalmente. La direcci�n del partido y su propia presidenta, Bego�a Errazti defensora de la coalici�n, daban ayer por cerrado el debate y por firme la decisi�n de concurrir a los comicios con su propia sigla. Sin embargo, sectores partidarios de reeditar la entente con el PNV est�n evaluando sus fuerzas para ver si es posible forzar la convocatoria de una nueva Asamblea Nacional e intentar que �sta apueste por presentarse junto a los jeltzales. La direcci�n de EA ha gestionado mal este asunto. Primero, ante la divisi�n de opiniones en su seno, opt� por ir retrasando la decisi�n durante meses, sin que ese tiempo sirviera para consensuar posiciones. Despu�s, la decisi�n se tom� a destiempo y casi por sorpresa, con el agravante de que reflej� una divisi�n pr�cticamente por la mitad de la Ejecutiva Nacional, quedando adem�s en un lado la presidenta y el portavoz en el Gobierno de Lakua, y en el otro el secretario general y el de organizaci�n. Y s�lo cuando la decisi�n estaba tomada y en tan precarias condiciones, se dio voz a la Asamblea Nacional, con un extenso debate que, como se ve, no ha servido para zanjar la cuesti�n. A partir de aqu�, si se fuerza una nueva Asamblea, sea cual sea su decisi�n, ser� un motivo de crisis interna en el partido, porque o quedar� desautorizada la presidenta y varios l�deres de peso, o quedar� desautorizado el secretario general y la mayor�a de la Ejecutiva. Los defensores de dar tan dr�stico paso alegan que m�s suicida para el partido resulta la decisi�n de presentarse en solitario. Bajo la batuta de Errazti y con la actual Ejecutiva, EA ha dado pasos valientes en la pol�tica vasca, que han contribuido a acercar las perspectivas de resoluci�n del conflicto pol�tico. Ah� est� su participaci�n en el Foro Nacional de Debate y en la Mesa para la Resoluci�n, y su defensa activa de los derechos civiles y pol�ticos. Tambi�n ha marcado diferencias con el discurso del PNV de Imaz, con una apuesta n�tida por la soberan�a. Pero, de puertas para adentro, no ha sido capaz de cohesionar el partido. La direcci�n de EA sali� elegida en el congreso con un 60% de votos y en estos momentos decisivos, lejos de haber conseguido sumar apoyos, se produce una fragmentaci�n interna cuya superaci�n, o al menos amortiguamiento, requerir� de mucha inteligencia y tacto. -
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