Porrazos durante la reunión del comité con Reckitt
Las palabras de apoyo de las instituciones a los trabajadores de Reckitt Benckiser, la multinacional que ha anunciado el cierre de su planta de Gueñes, se volvieron ayer empujones y porrazos en Bilbo, ante el hotel donde el comité se reunió con la dirección. La empresa insistió en llevar adelante el cierre y el comité no vio datos que lo justificaran.
BILBO
Cuando unos 50 trabajadores de la multinacional británica Reckitt Benckisser se habían concentrado ante el hotel donde se celebraba la reunión, la Ertzaintza les instó a disolverse alegando que no tenían permiso y pidió su identificación. En ese momento, se produjeron instantes de tensión y los ertzainas golpearon y arrebataron la pancarta a los trabajadores.Finalmente, éstos obtuvieron permiso para concentrarse y permanecieron allí hasta pasadas las 13.00. La Ertzaintza justificó su actuación alegando que los trabajadores impedían el acceso al hotel. Mientras tanto, en el interior, la empresa insistió en que el cierre es «irrevocable», aunque no presentó datos económicos concretos. Fuentes del comité aseguraron que «difícilmente puede hacerlo», ya que obtiene beneficios y no podría justificar la medida. El presidente del comité, Natxo Velasco, aseguró que los datos aportados «no son suficientes». La empresa sí planteó la posibilidad de efectuar recolocaciones pero, según los trabajadores, sin concretarlas. La semana que viene llevarán a cabo otro encuentro. El comité insistió en que seguirán defendiendo los puestos de trabajo y advirtió de las alternativas que pueden suponer un aumento de la precariedad con menores salarios y peores condiciones. El PSE pedirá explicaciones en el Parlamento al lehendakari, Juan José Ibarretxe, por afirmar que si se pierden 190 empleos se sustituirán con 290, porque «el empleo es un tema muy serio como para hacer metáforas y anunciar promesas que luego no se concreten». La plantilla hará una concentración hoy, a las 18.00, frente al Consistorio de Gueñes.
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