BILBO
Txema Burgos ha transformado un antiguo taller dedicado a la reparación de coches en un coqueto local dedicado al arte. El artista afincado en Bilbo venía desarrollando su actividad artística en su domicilio y deseaba sacar su estudio fuera de este ámbito. Al fin, gracias a algunas subvenciones ha conseguido habilitar un espacio que nace, además, con la vocación de ofrecer una alternativa a las galerías de arte al uso.El proyecto de Txema Burgos contiene tres espacios diferenciados. Al fondo, se halla el taller, donde llevará a cabo su labor artística.En él dará cabida a cursos, conferencias y otras actividades.
Junto a la entrada ha quedado instalada la zona dedicada a las exposiciones, un espacio dedicado a la exhibición de obra y también a la venta. Cada mes, un artista distinto mostrará sus propuestas allí. Burgos aclara que no tiene intención de intervenir como galerista. Muy al contrario, defiende la relación directa entre autor y cliente.
El pintor, de 34 años, quiere aportar «un espacio multidisciplinar y flexible, dedicado a las nuevas tendencias, a los creadores y creadoras emergentes, a artistas consolidados y a aquellas personas interesadas, de una manera u otra, por el mundo artístico».
Para celebrar la apertura de la sala, se ha rodeado de doce artistas muy próximos a él, doce «amigos» procedentes todos ellos del mundo del arte en Euskal Herria: Fernando Biderbost, Carmelo Camacho, Rafael de Diego, Pedro Goierena, Joaquín Lara, Ramón Pérez, Javier Ramos, Koko Rico, Mar Seco, Benito Valladares, Oscar Vahutherin y Ramón Zumalabe comparten con el propio Txema Burgos la primera exposición colectiva en este local.
‘‘Hamahiruak bat. Trece colores’’ reúne a trece artistas con propuestas bien distintas. Se trata de creadores con trayectorias más o menos dilatadas, que se han valido de materiales también muy diversos para ofrecer visiones abstractas y figurativas, pintura, fotografía o escultura.
Un artista reivindicativo, censurado y
perseguido
Txema Burgos es pintor, aunque realiza, asimismo, escultura y fotografía. En la actualidad elabora grabados sobre sueños eróticos. Le interesa la anatomía y está comprometido con la lucha por los derechos de los homosexuales. Su obra ha sido «censurada y perseguida». En Gasteiz, el alcalde mandó retirar un mural suyo. «Pinté penes y ordenó que los borraran. De forma ‘misteriosa’ perdí mi trabajo en los centros cívicos». -