Un debate a medio camino
Según las declaraciones de los días previos, varios partidos pretendían convertir el llamado Debate sobre el Estado de la Comunidad en el Parlamento navarro en una rampa de lanzamiento de la campaña electoral. Pese a este afán evidente de restar peso político al debate y limitarlo a cuestiones de gestión, la realidad se impuso y la cuestión central del proceso de resolución y la necesaria implicación de la ciudadanía navarra en el mismo se convirtió en discusión central. En cualquier caso, los grupos no terminaron de explicitar su posición. Sigue pendiente por tanto un debate en profundidad sobre cómo participarán en el diálogo multipartito y cómo la ciudadanía navarra recuperará su capacidad de decisión, que es, en buena lógica democrática, el punto de llegada de ese debate. A medio camino se quedan, por ello, las palabras de Miguel Sanz. Si bien es cierto que, por primera vez, el líder de UPN no mostró un escepticismo total sobre el proceso abierto, lo cierto es que sus expectativas se limitan, según sus propias palabras, a «atisbar signos de que las pistolas y las bombas pueden dejar paso a la paz y a la libertad». Este tímido alejamiento del discurso del PP, no obstante, quizá sea consecuencia de que la realidad política se mueve y termina imponiéndose. En todo caso, el líder de UPN y del Gobierno navarro no aclaró si sus palabras implican que va a dejar de torpedear, en la línea del PP, este proceso, renunciando a la posición que viene manteniendo desde marzo. Ciertamente, fue Miguel Sanz quien primero reclamó oficialmente a Zapatero que suspendiera cualquier iniciativa tras el incendio de una ferretería en Barañain. Y también el PSOE se quedó ayer a medio camino. Su cabeza de lista, Fernando Puras, asumió la necesidad de un diálogo político en Nafarroa, pero no lo concreta ni demuestra una implicación real, como demuestra el hecho de que ni siquiera habla con Batasuna. Además, la defensa reiterada por el mantenimiento del actual marco contradice esa apuesta por el diálogo, en el que el marco debe ser una clave de discusión en condiciones abiertas. La cuestión de la opción de cambio de gobierno, predominante en el discurso de Puras y a la que otros partidos también dan relevancia mayor, refleja a la perfección ese medio camino. ¿Quitar a Sanz y meter a Puras sin tocar la cuestión central es la solución? En el debate real de Nafarroa, que a diferencia del parlamentario no excluye a ninguna opción política, se reclama no un cambio cosmético, sino un cambio político real. -
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