El PP ha descargado todas sus baterías sobre el PSOE de ZP y ayer la prensa se posicionaba sobre las últimas andanadas.El editorialista de “El Mundo” reconocía la agresividad de los de Rajoy, pero aportaba su acento:«Es cierto que la política antiterrorista se ha convertido en el eje central del debate político y que PSOE y PP están llevando su confrontación a límites no deseables, pero el responsable de ello es, en buena medida, el propio Zapatero. Puede que la oposición se haya dejado en ocasiones llevar por excesos verbales, pero lo sustancial es que el Gobierno sigue sin dar explicaciones sobre hechos relevantes que preocupan legítimamente a todos los ciudadanos y no sólo a los partidos».
Y en el editorial de “La Razón” admitían también la desmesura aunque la culpa, claro, no es de Rajoy:«La prudencia es necesaria, pero esa virtud nada tiene que ver con el secretismo, las medias palabras y los enunciados misteriosos como los practicados por Zapatero a propósito de la negociación con la banda. Malamente se le puede exigir ayuda al PP si a cambio se le denigra por boca del fiscal general o se le niega información básica. Sin duda ninguna es un exceso acusar al Gobierno de ‘rendirse a ETA’, ejercicio declamatorio que no debe desviar la atención sobre lo que de verdad importa en este asunto: que no se pague ni un céntimo político a quien busca justificar 40 años de asesinatos. Y aquí no valen trucos de trilero». Ya ven lo que les preocupa.
Y también “El Diario Vasco” volvía a la carga con la
matraca de todos los días:«A la luz de las resistencias que plantean ETA y la
izquierda abertzale para asumir las reglas de la convivencia y dar por acabado
el largo período de actividad terrorista, y ante la controversia y la división
que el tema provoca entre los partidos, resulta imprescindible y urgente la
clarificación de las condiciones democráticas del proceso de paz. Bastaría con
apelar a cuatro requisitos: ETA ha de renunciar definitivamente a la violencia y
disolverse como poder fáctico; esa renuncia no puede tener como contraprestación
el cobro de ningún precio político; el diálogo político no puede realizarse bajo
la presiónde la organización terrorista; y la recuperación de la legalidad por
parte de la izquierda abertzale ha de recorrer el camino trazado por la Ley de
Partidos y las sentencias que ilegalizaron Batasuna». ¿Ven qué pesaditos se
ponen cuando les atenazan los nervios? - msoroa@gara.net